Tres dimensiones de la desigualdad digital como desafío de las políticas públicas

Abstract

Los procesos de digitalización de las distintas esferas de la vida cotidiana se despliegan de manera creciente y vertiginosa conformándose como una condición de las sociedades contemporáneas. Esto es así porque la digitalización se va consolidando como requisito cada vez más indispensable para el trabajo, el desarrollo de bienes y servicios, la producción y circulación del conocimiento, la sociabilidad, los consumos culturales, entre muchas otras actividades sociales. Así, la digitalización introduce ciertas lógicas y características particulares en dichas esferas y, por lo tanto, las relaciones sociales se van moldeando mediante complejas interacciones socio-técnicas inéditas. Debido a este ascenso de lo digital como condición social, los procesos de digitalización se han convertido en una cuestión a abordar por los Estados a través de diferentes políticas públicas. Por un lado, estas políticas tienden a garantizar las bases necesarias para el desarrollo de todas aquellas actividades. Por otro lado, las políticas buscan afrontar las desigualdades que emergen en simultáneo con la expansión digital.