La traición en el resentimiento y la ausencia de Juan Bautista Alberdi (1857-1880)

Abstract

En abril de 1857 Alberdi, en su carácter de representante de la Confederación Argentina, negoció un tratado con el reino de España para lograr el reconocimiento de la Independencia de la Independencia de la República Argentina7. El objetivo de esta misión era doble. En el plano de la política exterior, se buscaba lograr que la antigua metrópoli acepte que la Confederación argentina era una unidad política soberana. En el plano interno, Alberdi necesitaba demostrar que los países europeos negociaban con la Confederación, presidida por Urquiza y no con el estado de Buenos Aires, gobernado por Mitre, que también tenía representantes diplomáticos en el exterior. El tratado establecía entre sus disposiciones el ius sanguinis para los hijos de españoles nacidos en territorio de la Confederación Argentina (art. 8) y el reconocimiento por parte del gobierno de la Confederación de las deudas contraídas por España en las antiguas provincias unidas del Río de la Plata como propias. Al ratificarlo en 1860 la Cámara de Diputados y el Senado, las cláusulas más polémicas acordadas por Alberdi fueron atenuadas: la ciudadanía de los hijos de españoles nacidos en suelo argentino se regía por la ley de ciudadanía aprobada en 1857 y por la constitución española y se excluyeron de las reparaciones a España los gastos de la guerra de independencia. En 1861 se produjo el triunfo porteño en la batalla de Pavón y Bartolomé Mitre asumió la presidencia de la República Argentina, con Buenos Aires integrada al territorio nación. El nuevo presidente cesó a Alberdi como agente diplomático y se negó a pagarle los salarios adeudados. A su vez, Mitre amenzó con enjuiciarlo por traición a la patria por haber promido el tratado Alberdi- Pidal y Sarmiento continuó en esa tesitura al asumir la presidencia en 1868 . Entonces Alberdi que se había ido de su patria por primera vez en 1839, por su oposición al rosismo, no puede volver al país por la persecución de sus en otros tiempos aliados políticos.La acusación de traidor fue interpretada por Alberdi como un agravio, que lo obligó a vivir fuera de su país por más de veinte años y lo condenó al ostracismo intelectual, después de haber sido el inspirador Constitución de la tan esperada constitución argentina8. Al llamarlo traidor, se dañaba al proyecto político encarnado por Alberdi, pensador político: una república Argentina unida y consolidada, con un poder central que promoviera el desarrollo de una sociedad liberal y subordinara a la secesionista provincia de Buenos Aires. Pero también hay un dolor personal: Alberdi estaba excluido de la sociabilidad política y cultural de la Generación de 1837 donde había sido una figura central.¿Cómo visibilizar en textos autobiográficos y ensayos políticos una emoción, que por su connotación negativa, no es traducida explíctamente en palabras por quien la experimenta? Para hacerlo, primero se identifican las semánticas predominantes del resentimiento en un conjunto de literatura filosófica y teórico política seleccionada a tal efecto. Luego, se analiza un corpus de textos, compuesto por una selección de escritos póstumos (“Belgrano y sus historiadores”, “Facundo y su biógrafo, “Alberdi pasado de moda. Mitre la última moda”) y de Palabras de un ausente para mostrar cómo a partir de la asunción de la posición enunciativa del resentido Alberdi critica la política de su tiempo y ofrece un orden político moral alternativo a aquél que permitió se lo acuse de traidor a la patria. En las conclusiones, se aborda el interrogante que motiva esta indagación ¿el resentimiento puede ser el motor de una acción política que no sea solamente una vindicación personal?.