“Que la risa, tan necesaria, continúe en el pensamiento”1 Lecturas de la narrativa de Griselda Gambaro, entre Ganarse la muerte (1976) y Lo impenetrable (1984)

Abstract

A cuarenta años de 1984, el nombre de Griselda Gambaro es sin duda sinónimo de acción dramática e intervención. Su obra se inicia con el estreno de sus primeras piezas teatrales a mediados de los 60, en el Di Tella.2 Este comienzo de su carrera delimitó dos ajustes de partida: su vinculación con la vanguardia artística y el que su imagen de escritora permanezca subsumida a la de la dramaturga, a pesar de que escribió tam-bién novelas, cuentos, textos que podrían encuadrarse en el llamado “espacio autobio-gráfico” y notas de coyuntura de corte reflexivo, ensayísticas en un sentido amplio. Por ello es que en esta ocasión, nos proponemos reflexionar acerca de la recepción de su obra, realizando una torsión: en lugar de poner el foco en lo más visible –su obra dra-mática–, orientamos nuestra mirada hacia la recepción de su narrativa desde Ganarse la muerte (1976) hasta Lo impenetrable (1984). Se trata de un período muy específico en términos sociopolíticos y culturales, que va desde el inicio de la última dictadura mili-tar del siglo XX hasta el primer año de la democracia. Esa delimitación, en apariencia puramente externa y anterior al análisis, permite advertir una inflexión en su obra y periodizarla. Es justamente en esos años, entre 1976 y 1984, cuando la necesidad de repensar el trabajo de la escritura, por un lado, y las múltiples y diversas dificultades por encontrar un marco de interlocución complejo para sus textos (un público amplio, lectores individuales, los pares y la crítica), por otro, impulsa la prosa de Gambaro.