Hacia una arqueología afectada en un ex Centro Clandestino de Detención

Abstract

La experiencia sobre la cual reflexiono en este trabajo ocurrió entre los años 2010 y 2012. La misma se originó a raíz de una solicitud que le realizó la Comisión de la Memoria de Pilar (CMP) al Archivo Provincial de la Memoria de Córdoba (APMC), donde se requirió asesoramiento para visibilizar y proteger, de su posible destrucción por una obra pública propiciada por el municipio, a la actual plazoleta de la memoria -ex CCD de la última dictadura militar, conocido como "Puesto Caminero de Pilar" (PCP) vinculado con el circuito represivo del ex CCD "Departamento 2 de la Policía de la Provincia de Córdoba" (D2) . En ese momento fui convocado a participar de dicho asesoramiento debido a que desde el año 2006 he estado colaborando con el APMC -autoridad que por ley debe velar por los sitios de memoria declarados en toda la provincia- realizando, en el ex CCD D2, distintas tareas como el registro y relevamiento de las inscripciones en los calabozos, la excavación de un sótano, la realización de una muestra, entre otras . Mi participación en este trabajo, como parte del APMC a lo largo de esos años y algunas intervenciones aisladas hasta el 2018, movilizaron un conjunto de sentimientos, sensaciones, posiciones políticas y visiones disciplinares, que, revisitadas ocho años después, me llevaron a realizar dos interrogantes que guían este escrito: a) ¿Qué rol le cabe a la arqueología, en tanto disciplina experta, a la hora de intervenir en esta clase de conflictos?; b) ¿Qué tienen para decirnos a los arqueólogos las comunidades con las que trabajamos, sobre nuestra propia disciplina?