Hermanes: Trayectorias militantes y representación familiar en el ámbito público

Abstract

Si bien a lo largo de la democracia hubo algunos casos en los que fueron los hermano/as quienes tomaron públicamente la voz de la familia podemos destacar entre otros los casos de Gabriela Rojas Pérez, de Gladys Cabezas, ese espacio permaneció ocupado generalmente por las madres y eventualmente las esposas. Ya sobre la primera década de los años 2000 comenzó a evidenciarse que los hermanos y hermanas de las víctimas comenzaban a ocupar ese rol de voceros, interlocutores y representantes de las demandas familiares. Para ese entonces, se estaba tornando habitual que fueran elles quienes entraran en contacto con abogades y periodistas, y se reunieran con las autoridades y el Poder Judicial, aún cuando esta representación como hermana/o no tiene un correlato en las causas judiciales, ya que en la Argentina el vínculo de fraternidad no otorga legitimidad para acusar. Conocíamos y, a través de la investigación pudimos conocer más y mejor no sólo a algunos de esos hermanos y hermanas, sino también a sus familias. La composición familiar, su estructura, roles, división social, sexual y también moral del trabajo, muy ligada a la historia de cada familia aporta a la comprensión de cómo ese grupo se vio atravesado por la muerte violenta de uno de sus integrantes y los modos en que se organizaron para afrontar la infinidad de decisiones y acciones que atravesar estos hechos y la lucha por la justicia requieren. Caso a caso es posible reconstruir cómo fue que uno u otra hermana asumió o fue asumiendo el rol complejo del familiar que articula las permanentes gestiones públicas e institucionales del caso con el mundo de su familia. Pero si bien cada historia tiene su singularidad hay algo aquí, en este protagonismo público de hermanas y hermanos, que trasciende las historias únicas e individuales; hay algo que hace a su protagonismo que, al menos desde nuestra lectura, anuda lo singular, lo colectivo y lo epocal, y entendemos que tal anudamiento es posible debido a un virtuoso enlace entre la escala generacional y la experiencia política.