Los inútiles y escépticos filósofos griegos: la lectura de Séneca de la tradición filosófica en Epístolas morales a Lucilio 88

Abstract

La epístola 88 de las Epístolas morales a Lucilio de Séneca tiene como fin principal criticar el cultivo excesivo de las artes liberales, es decir, aquellas disciplinas que durante la antigüedad fueron consideradas dignas de los hombres libres porque promovían el ejercicio del pensamiento y que más tarde, en época medieval, darían lugar a las siete artes sistematizadas en el Trivium (gramática, dialéctica y retórica) y el Quadrivium (aritmética, geo¬metría, astronomía y música). Contra este tipo de estudios, Seneca dirá que a través de ellos uno no puede volverse libre ni alcanzar la virtud, considerando, por el contrario, que el único y verdadero estudio liberal es la sabiduría, ciencia de lo humano y lo divino, frente a la cual esas artes mal llamadas liberales resultan meros conocimientos superfluos. Gran parte de su epístola está dedicada a mostrar, para cada arte en particular, en qué radica su inutilidad. Sin embargo, en los últimos cinco párrafos la argumentación da un giro rotundo, puesto que allí Séneca deja de criticar a los estudios liberales y se dirige contra ciertas escuelas y personajes filosóficos del mundo griego a los que considera merecedores de los mismos reproches. Su crítica apunta a que estos filósofos se rebajaron a discutir de igual a igual con otras disciplinas insignificantes, pero también a que propiciaron un exceso de especulación teórica y sutileza argumentativa que los llevó a plantear tesis que ponen en duda nuestras capacidades de conocer la realidad. El objetivo de la presente ponencia es examinar ese ataque final de Séneca a esta tradición filosófica griega. Para ello, luego de contextualizar la crítica a estas filosofías en el marco de la acusación de inutilidad a las artes liberales, analizaré la manera en que este autor caracteriza a relativistas (Protágoras y Nausífanes), eléatas (Parménides y Zenón), socráticos (megáricos y erétricos) y escépticos (pirrónicos y académicos) y las tesis que les adjudica. Buscaré mostrar que la historia de la filosofía que traza Séneca no es un mero capricho, sino que constituye una filiación posible de posiciones teóricas. Al confrontar el recorrido que éste propone con los magros testimonios que conservamos de tales filósofos griegos, se revela que su propuesta no debe ser desestimada, ya que todos ellos podrían efectivamente haber nutrido la conformación del escepticismo antiguo.