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dc.contributor.author
Albornoz, Martín
dc.contributor.other
Galeano, Diego Antonio
dc.contributor.other
Bretas, Marcos Luiz
dc.date.available
2020-08-03T14:32:19Z
dc.date.issued
2016
dc.identifier.citation
Albornoz, Martín; Periodistas y policías: Sherlock Holmes. Revista semanal ilustrada, 1911-1913; Teseo; 2016; 325-353
dc.identifier.isbn
978-987-42-3023-2
dc.identifier.uri
http://hdl.handle.net/11336/110744
dc.description.abstract
El 4 de julio de 1911 hizo su aparición en la arena del periodismo porteño Sherlock Holmes. Revista semanal ilustrada. Desde su declaración de principios, la revista buscó hacer explícita la que consideraba su vocación novedosa: cubrir de forma continua y detallada toda la franja la narrativa del crimen, la cual se asumía era de un interés creciente. Pero no sólo eso. La revista prometía, además, recalar en todas las incidencias de la vida policial metropolitana, hacer pesquisas propias y complementar sus contenidos con una profusa reseña gráfica. Ésta última, vertebrada a partir de fotografías y grabados de alto rendimiento visual tanto en la ilustración de sus portadas, como en la de sus crónicas.Durante sus dos años de ininterrumpida existencia, Sherlock Holmes, en su afán por lograr atraer el interés de un público lector cada vez más amplio, dedicó un considerable espacio de sus a las zonas más espectaculares del mundo del delito: grandes crímenes, terrorismo anarquista, falsificación de dinero, el juego y los tatuados, entre otras encarnaciones. Esta constante fascinación cohabitó, desde un primer momento, con secciones especialmente dedicadas a las carreras de caballos y al teatro. Mostrando una gran sensibilidad frente a los consumos de masas la revista incluiría de forma cada vez más asidua informaciones vinculadas al fútbol. Si bien Sherlock Holmes estuvo inserta plenamente dentro del dinámico circuito comercial de la prensa ilustrada porteña, número tras número, el semanario evidenció una fluida relación con la cultura policial en un sentido amplio a la que además buscó dar forma. Primero, porque, como diversos artículos ponían de manifiesto, las reconstrucciones de los dramas urbanos requerían zonas de contacto e interacción fluidas entre los agentes y los periodistas. Los innumerables faits divers que dan el tono a la revista suicidios, accidentes, explosiones, caos vehicular o pequeñas tragedias domésticas, entre otros hizo de la calle, las seccionales y del Departamento Central de la Policía el escenario de ese vínculo.En segundo lugar, Sherlock Holmes recuperó, como una de sus zonas de interés primordial, la preocupación de dejar registro de la diaria actividad policial. Por una parte, a lo largo de sus dos años de existencia, la revista intentó reivindicar gran parte del quehacer cotidiano de la institución. De forma permanente, con títulos como En la comisaría 20, Comisarías seccionales: la 23, se hacían pequeñas peregrinaciones periodísticas a distintas seccionales de la ciudad, a la vez que se caracterizaba a los policías que cumplían funciones en ella. Esos testimonios se combinaron con la divulgación de tecnologías de identificación, un constante elogio de los policías caídos en el cumplimiento del deber, los viejos servidores y un interés singular por las zonas consideradas más curiosas de la actualidad policial. Por último, el semanario reinterpretó a su modo el género de la escritura policial, que ya gozaba para ese entonces de una sólida tradición en Buenos Aires, incluyendo pequeños fragmentos biográficos, muchos de ellos firmados con pseudónimos del estilo comisario jubilado o memorias de un comisario judicial?.Esta enorme voluntad por dignificar y humanizar la tarea policial, convivió no pocas veces con ciertas tensiones con el espíritu detectivesco, implícito desde el nombre de la revista. En no pocas ocasiones, sus reporteros y colaboradores desplegaron su propia capacidad intuitiva y de detección exitosamente, frente a crímenes que según también se informaba la policía había sido incapaz de resolver. Las existosas pesquisas particulares de Sherlock Holmes, implicaron echar sombra a esa misma institución que buscaba reivindicar. Extremadamente esquiva en datos concretos que permitan reconstruir su dinámica editorial y del elenco sus colaboradores, se sabe que la revista estaba dirigida por Juan Clara y que alcanzó a publicar cincuenta mil ejemplares. Sin embargo, es posible al menos cartografiar parte de su staff y referencias literarias, tanto locales como del exterior. Justamente uno de los propósitos del artículo es recomponer los rasgos de la revista en el entrecruzamiento de los avatares de la vida urbana, la vida cotidiana de la institución policial y las transformaciones del periodismo porteño.
dc.format
application/pdf
dc.language.iso
spa
dc.publisher
Teseo
dc.rights
info:eu-repo/semantics/restrictedAccess
dc.rights.uri
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/2.5/ar/
dc.subject
Policía
dc.subject
Prensa
dc.subject
Revista Sherlock Holmes
dc.subject.classification
Historia
dc.subject.classification
Historia y Arqueología
dc.subject.classification
HUMANIDADES
dc.title
Periodistas y policías: Sherlock Holmes. Revista semanal ilustrada, 1911-1913
dc.type
info:eu-repo/semantics/publishedVersion
dc.type
info:eu-repo/semantics/bookPart
dc.type
info:ar-repo/semantics/parte de libro
dc.date.updated
2020-07-31T14:17:22Z
dc.journal.pagination
325-353
dc.journal.pais
Argentina
dc.journal.ciudad
Buenos Aires
dc.description.fil
Fil: Albornoz, Martín. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas; Argentina
dc.relation.alternativeid
info:eu-repo/semantics/altIdentifier/url/https://www.teseopress.com/policiasescritores/
dc.conicet.paginas
504
dc.source.titulo
Policías escritores, delitos impresos: Revistas policiales en América del Sur, siglos XIX y XX
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