Las relaciones entre los jardines de infantes y las familias. Escenarios y prácticas cotidianas en movimiento

Abstract

En nuestro país, las últimas décadas del siglo XX y el inicio del XXI marcan un progresivo desarrollo de propuestas educativas destinadas a los primeros años de la vida, que involucran a diferentes actores y niveles de acción, tanto dentro como fuera del Estado. Como ocurre en todo escenario que se transforma, podemos prever que los cambios en las legislaciones y los marcos regulatorios, como así también en relación a las iniciativas sociales y comunitarias destinadas a los niños y las niñas de más corta edad, no pasan inertes para quienes transitan las experiencias (los docentes, las familias, los mismos chicos). Al respecto, la ampliación de la obligatoriedad en el nivel inicial comprendiendo a la sala de 4 años (Ley 27.045) desafía nuevamente nuestra mirada acerca de cuestiones que queremos tratar aquí: ¿quiénes son los chicos y las chicas que reciben las instituciones infantiles? ¿Cómo se vinculan el desarrollo y la expansión de las instituciones educativas (estatales y comunitarias) con las familias de los niños? ¿Cuáles son los lazos que los jardines tejen con su entorno inmediato en momentos de transformación? La propuesta en el presente capítulo será analizar la relación cotidiana que las instituciones infantiles construyen con las familias. Ahondaremos en estas relaciones en virtud de los cambios que tuvieron lugar al menos en los últimos veinte años en el nivel inicial, y en un sentido general, también en el contexto social. Como bien señalaron distintos estudios, el nivel inicial tiene características propias producto de la historia de su surgimiento y expansión.