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Capítulo de Libro

Miguel Hesayne y la renovación pastoral en la diócesis de Viedma: Una Iglesia comprometida en tiempos de terrorismo de Estado (1975-1980)

Título del libro: Vínculos religiosos: Miradas regionales y microanalíticas desde los márgenes

Barelli, Ana InésIcon
Otros responsables: Dominella, Virginia LorenaIcon ; Bracamonte, LuciaIcon
Fecha de publicación: 2025
Editorial: Teseo
ISBN: 978-631-01-1427-9
Idioma: Español
Clasificación temática:
Otras Ciencias Sociales

Resumen

El presente capítulo recorre los lineamientos pastorales, eclesiales y políticos que dieron forma al proyecto de la “Nueva Iglesia rionegrina”, impulsado por Miguel Hesayne durante los primeros años de su obispado en la Diócesis de Viedma (1975-1980). Esta propuesta se inscribe en el proceso de renovación eclesial inaugurado por el Concilio Vaticano II (1962-1965) y en el contexto nacional de profunda agitación política, marcado por la violencia estatal que tuvo su máxima expresión con el golpe de estado de 1976. Durante esos años la Argentina se encontraba inmersa en un proceso de protesta social y efervescencia política en el que diversos sectores provenientes del peronismo, la izquierda y el catolicismo vinculado a la teología de la liberación convergieron en la crítica al “sistema capitalista” y se percibieron como parte del campo popular y revolucionario de la época (Tortti, Chama y Celentano, 2014). Esta “Nueva Izquierda” , con el estallido del Cordobazo en 1969 y el crecimiento de la guerrilla, inauguró uno de los periodos más controvertidos y complejos de la historia reciente, que se vincula, según Gordillo (2003), con el pasaje de una sociedad movilizada con una firme voluntad de cambio a una sociedad desarticulada, sumergida en una crisis plural, social y política (2003: 382). La convergencia entre peronismo y socialismo constituyó una de las expresiones más significativas de la época, en la que tanto agrupaciones y activistas marxistas reinterpretaron el peronismo y este incorporó concepciones del marxismo, dando lugar a una nueva identidad política que dio inicio al peronismo revolucionario o izquierda peronista . Esta radicalización política coincidió con un momento de transformación de la Iglesia católica argentina, que, al igual que otras en América Latina, experimentó las repercusiones del Concilio Vaticano II. Según Di Stefano (2009), durante esos años, la historia eclesiástica en el país transitaba tanto en el plano teológico como político, así como también institucional y social una especie de campo de batalla en el que la jerarquía se encontraba fracturada, el clero dividido y en rebeldía, las vocaciones en crisis, el laicado falto de confianza o politizado, sobre el telón de fondo de un enfrentamiento generacional, cultural, ideológico y político cada vez más agudo. El Concilio Vaticano II, identificado por el autor como un “terremoto”, minó en el plano teológico la matriz tomista que regía la arquitectura institucional y cultural eclesiástica argentina y, al hacerlo, legitimó el ejercicio de la crítica teológica y le infligió un “terrible golpe a la proyección temporal de tal perspectiva: el mito de la “nación católica”” (Di Stefano, 2009: 487-488). Este quiebre violento hacia dentro del catolicismo argentino se explicaba porque la renovación propuesta por el Concilio, antipática para la gran parte de la jerarquía, provenía justamente de la Santa Sede, lo que resultaba incomprensible para la Iglesia argentina contemporánea que presentaba un carácter íntimamente romano . En otro orden, siguiendo a Zanca (2024), el Concilio también despertaba las expectativas de una generación de jóvenes católicos -laicos y sacerdotes- insatisfechos con el dogma, lo que los motivó a concretar, en lo institucional y en la práctica, las ideas de una nueva teología (2014: 112). La puesta en marcha de dicha renovación incluía una infinidad de organizaciones, grupos, experiencias e intereses disímiles, lo que resultaría en un proceso complejo y diverso, en el que se evidenciaron diferentes experiencias y conflictividades (Dominella, 2016; Touris, 2021; Azconegui, 2024). Dentro de este amplio espacio de tendencias renovadoras, se encontraba el cristianismo liberacionista, movimiento socio-religioso integrado por diferentes sectores de la Iglesia , que encontró en las teologías de la liberación su expresión intelectual (Löwy, 1999). En el marco de estos procesos, se conformó el Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo (MSTM), impulsado por debates posconciliares y el Manifiesto de los 18 Obispos del Tercer Mundo, consolidándose como una expresión significativa del catolicismo liberacionista junto con la Revista Cristianismo y Revolución, la renovación de las ramas especializadas de Acción Católica, entre otras.De esta manera, hacia dentro de la jerarquía eclesiástica argentina el Concilio inauguró una época de convulsión o crisis provocando una fractura interna o, en palabras de Touris (2021), ocasionando un “parteaguas” entre el sector tradicionalista, "anclado todavía en un horizonte tomista que concebía a la Iglesia como una “sociedad perfecta” que no debía contaminarse con los males del mundo moderno" (Obregón, 2005: 5) y otro renovador , como ya mencionamos, partidario de dichas reformas conciliares. Así, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) no solo se encontraba inmersa en el imaginario del catolicismo integral o nacionalcatolicismo, sino que también procedió a la censura de los espacios de reflexión y divulgación del evento conciliar. Es decir, siguiendo a Pattin (2018), la jerarquía argentina, con una fuerte estructura burocrática, continuaba ejerciendo su autoridad a partir de una tradición que la identificaba con el concepto de obediencia jerárquica al que se le sumaba la permanencia de un bloque generacional consagrado en la década de 1930. Esto se observa tanto en la resistencia a los nuevos modelos eclesiológicos, como también en la impermeabilidad de un recambio generacional (2018: 107). No obstante, resulta fundamental no perder de vista la existencia de matices significativos hacia el interior de cada uno de ellos, tanto en el aspecto teológico como pastoral. Con la dictadura militar, autodenominada “Proceso de Reorganización Nacional”, instaurado con el golpe de estado de 1976, los gobernantes de facto invocaron nuevamente como fundamento de su propia legitimidad la necesidad de defender el “ser nacional, occidental y cristiano”, otorgándole a la Iglesia una función activa y crucial en el nuevo orden político, quedando los “sectores más progresistas” de la Iglesia como “enemigos internos” y blancos expuestos para la represión que se proyectó sobre ellos con virulencia (Di Stefano y Zanatta, 2009). En este escenario, un pequeño grupo de obispos identificados con la renovación buscaron “democratizar” y reformar las estructuras organizativas de la Iglesia argentina, frente a una jerarquía consolidada que se mantenía con cierto grado de incomodidad (Touris, 2021). La figura de Miguel Hesayne, como parte de este movimiento renovador, se ordenó como obispo de la diócesis de Viedma el 3 de junio de 1975 y se destacó como un caso significativo no solo hacía dentro de su diócesis, sino también en el contexto nacional que se mostraba por lo demás adverso.Miguel Hesayne, nació el 26 de diciembre de 1922 en la ciudad de Azul ubicada en la provincia de Buenos Aires. A los veintiséis años en 1948 fue ordenado sacerdote y ejerció como profesor de Literatura y latín en el Seminario diocesano de Azul. En tiempos del Concilio Vaticano II cursó estudios de Teología Pastoral en la Universidad de Lille, en Francia, y de Eclesiología con el teólogo Yves Congar en París. Fue cura párroco en Tapalqué, 25 de mayo, Lamadrid y Las Flores en la provincia de Buenos Aires, siendo designado luego como capellán auxiliar no militar en el Regimiento de Azul y en la Base Naval Azopardo. Su proyecto pastoral como obispo de la Diócesis de Viedma, como ya hemos mencionado en publicaciones anteriores (Barelli, 2019; 2021; 2023), transitó por tres etapas significativas: la primera (1975-1980) identificada con los lineamientos pastorales iniciales de la “Nueva Iglesia rionegrina”; la segunda (1980-1984) vinculada al “Sínodo Pastoral Diocesano de Río Negro”; y la tercera (1984-1993) caracterizada como la “puesta en marcha” de ese nuevo proyecto de Iglesia postsinodal. En este capítulo, en particular, nos interesa recorrer la etapa inicial de su obispado atendiendo a las primeras ideas teológicas rectoras, así como también s sus posicionamientos políticos, para identificar y analizar la pedagogía eclesial y pastoral en la que Hesayne pensó y proyectó la construcción de una “Nueva Iglesia rionegrina”. Esta última si bien generó el acompañamiento de la mayor parte de la comunidad católica local, también recibió importantes resistencias dentro del presbiterio de la diócesis, que erosionaron y tensionaron algunos vínculos del obispo con ciertos espacios del territorio rionegrino. En este sentido, sostenemos que la formación teológica previa de Hesayne, junto con sus espacios de sociabilidad y experiencias personales, desempeñaron un papel fundamental en la configuración de sus posturas eclesiales y políticas. Así como también, estos elementos influyeron de manera determinante en su labor pastoral como obispo, moldeando tanto su visión como su praxis. Para ello, llevaremos a cabo un abordaje cualitativo de fuentes documentales recopiladas del Archivo del obispado de Viedma , de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y del archivo personal del presbítero Juan Ángel Dieuzeide . Además, utilizaremos entrevistas orales realizadas a este último, así como las conversaciones transcriptas entre Miguel Hesayne, Juan Ángel Dieuzeide y Carlos Moia publicadas en el libro Diálogos en Azul en el 2016. En función dicha propuesta estructuraremos el artículo en dos apartados. El primero dedicado a un breve recorrido sobre el impacto del Concilio Vaticano II en la Iglesia argentina durante las décadas de 1960 y 1970, centrándonos en el contexto eclesial. El segundo apartado, divido en dos incisos, se enfocará, por un lado, en los espacios de formación y los vínculos de sociabilidad de Hesayne previos a su asunción como obispo de Viedma y, por otro, en las diferentes definiciones Iglesia halladas en dicha etapa.
Palabras clave: HESAYNE , renovación pastoral , Rio Negro , dictadura
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URI: http://hdl.handle.net/11336/277838
URL: https://www.teseopress.com/vinculosreligiosos/
Colecciones
Capítulos de libros(IIDYPCA)
Capítulos de libros de INST. DE INVESTIGACIONES EN DIVERSIDAD CULTURAL Y PROCESOS DE CAMBIO
Citación
Barelli, Ana Inés; Miguel Hesayne y la renovación pastoral en la diócesis de Viedma: Una Iglesia comprometida en tiempos de terrorismo de Estado (1975-1980); Teseo; 2025; 93-128
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