Evaluación ambiental del arroyo Tafí (Tafí Viejo, Tucumán) mediante un ICA-NSF adaptado y un índice QBR modificado

Abstract

Tafí Viejo es la tercera ciudad más poblada de la provincia de Tucumán y su gestión municipal se encuentra trabajando hacia un modelo de ciudad sostenible en consonancia con el OBJETIVO de Desarrollo Sostenible 11 de las Naciones Unidas (Agenda 2030). Uno de sus principales recursos hídricos es el Arroyo Tafí, el cual atraviesa el sector sur de la ciudad, de oeste a este, incluyendo zonas urbanas en su trayecto. El mismo alberga una de las tres principales tomas superficiales que abastecen de agua a la población. El OBJETIVO de este trabajo fue evaluar el ambiente del Arroyo Tafí, con el propósito de caracterizar su estado y su vulnerabilidad frente a factores antrópicos y naturales. Para ello, entre los años 2022 y 2024, se realizaron trece campañas de muestreo de agua en tres puntos específicos: 1) Toma SAT - La Nina, 2) Balneario La Toma y 3) Monolito - Puente Peatonal. En las muestras de cada campaña se determinaron los parámetros: oxígeno disuelto, fosfatos, nitratos, temperatura, pH, conductividad eléctrica, coliformes fecales, demanda bioquímica de oxígeno a cinco días (DBO5) y turbidez. Posteriormente, tomando como base el Índice de Calidad del Agua de la National Sanitation Foundation (ICA-NSF), se desarrolló una versión adaptada (ICA-NSF adaptado) teniendo en cuenta las características ambientales del Arroyo Tafí. Para ello, se seleccionaron cinco de las nueve variables originales, priorizando aquellas relacionadas con la contaminación orgánica y por nutrientes. Además, se evaluó el estado ecológico del área adyacente al arroyo, conocido como bosque de ribera, mediante el índice QBR “y”. Los resultados obtenidos de las mediciones de los parámetros físico-químicos y biológicos evidenciaron un ambiente acuático mayormente estable, aunque se identificaron episodios de contaminación vinculados a actividades humanas en sectores puntuales. En relación al ICA-NSF, los valores obtenidos oscilaron entre 59,12 y 85,84 para el punto 1; entre 79,60 y 87,26 para el punto 2; y entre 65,89 y 82,38 para el punto 3. Estos resultados indicaron, en su mayoría, una calidad del agua clasificada como “Buena”; no obstante, en tres campañas se registraron valores dentro de la categoría “Regular”, reflejando variaciones temporales influenciadas por factores antrópicos y naturales. La comparación entre el índice original y su versión adaptada demostró que esta última es viable, ya que permite priorizar parámetros clave, optimizando así el análisis en términos de tiempo y recursos. Ambos índices presentaron resultados consistentes, lo que respalda su validez como herramientas eficaces para la evaluación de la calidad del agua. Por otro lado, los valores del índice QBR “y” oscilaron entre 0 y 15, lo que indicaría una calidad ecológica muy baja y una degradación severa del bosque de ribera, atribuida principalmente a alteraciones relacionadas con intervenciones humanas. Este trabajo aporta métricas geoambientales relevantes para la gestión sostenible del recurso hídrico, brindando información clave para la conservación del ecosistema acuático y el aseguramiento del suministro de agua potable para la comunidad.