Optimización de bioensayos para evaluar la toxicidad de biomezclas contaminadas con atrazina e inoculadas con Streptomyces sp. M7

Abstract

La degradación de los contaminantes orgánicos como los plaguicidas puede ser incompleta y generar compuestos intermedios menos complejos con mayor toxicidad que el compuesto parental. En este sentido, resulta fundamental evaluar la eficiencia y seguridad de los procesos de biorremediación mediante ensayos ecotoxicológicos.El OBJETIVO de este trabajo fue evaluar la toxicidad de biomezclas contaminadas con atrazina (ATZ) y bioaumentadas con Streptomyces sp. M7 (M7) empleando especies vegetales como bioindicadores. Para ello, se determinó inicialmente la sensibilidad de las plantas vasculares Raphanus sativus, Lactuca sativa, Lycopersicon esculentum variedad platense y Triticum aestivum. Los biomarcadores evaluados fueron la longitud de hipocótilos y de radículas, y se calcularon: germinación relativa (GR), elongación relativa (ER) e índice de germinación (IG). Posteriormente, se seleccionó la especie vegetal más sensible a ATZ y se llevaron a cabo ensayos de fitotoxicidad con muestras incubadas a 30 °C durante 90 días, contaminadas con ATZ (50 mg kg⁻¹) cada 15 días y bioaumentadas con M7 (2 g kg⁻¹) (B+M7+ATZ) cada 30 días. En las biomezclas contaminadas con ATZ, L. sativa mostró una reducción significativa (p <0,05) en la longitud del hipocótilo (2,81 cm) y en la ER (67,35%) respecto al control (B) sin contaminar (3,41 cm; 75,80%), aunque la longitud de la radícula (~2,5 cm), GR (~80%) e IG (~60%) no mostraron diferencias significativas (p <0,05) entre ambos tratamientos. Resultados similares se obtuvieron en los ensayos con elutriados, donde L. sativa también mostró una disminución significativa (p <0,05) en la longitud del hipocótilo por efecto de la ATZ. En muestras de biomezclas sometidas a contaminación periódica con ATZ e inoculación con M7, se observó una reducción significativa (p <0,05) de la longitud del hipocótilo en los días 0 y 45 de incubación en comparación con el control B. Sin embargo, hacia el día 90 los valores de este parámetro en los tratamientos con ATZ mostraron una recuperación progresiva, alcanzando niveles similares a los de B, lo cual sugiere una disminución de la fitotoxicidad del herbicida a lo largo del tiempo, asociada a procesos de degradación y/o transformación del contaminante en las biomezclas. Estos resultados sugieren que L. sativa es una especie sensible a la presencia de ATZ en los sustratos evaluados, siendo útil como especie bioindicadora en este tipo de bioensayos. La ausencia de efectos significativos en las demás especies podría deberse a una menor sensibilidad intrínseca o a una menor capacidad de absorción del contaminante. Asimismo, estas diferencias resaltan la importancia de emplear múltiples especies vegetales para una evaluación ecotoxicológica más completa y representativa de los posibles efectos de los contaminantes en el ambiente. En conjunto, estos hallazgos demuestran el valor de los bioensayos vegetales como herramientas complementarias para monitorear la efectividad de estrategias de biorremediación en matrices contaminadas. La bioaumentación con M7, combinada con un enfoque ecotoxicológico, permite no solo evaluar la degradación del contaminante, sino también su impacto residual en organismos no OBJETIVO. Este enfoque integrado resulta fundamental para el desarrollo de tecnologías de remediación ambiental más seguras y sustentables.