Derrida lector de Nietzsche: la vida la muerte

Abstract

Si nos preguntamos por el pasaje del quién al qué en la filosofía de Jacques Derrida, es inevitable recorrer su lectura de Nietzsche, herencia fundamental para el pensamiento de la deconstrucción. Pero este recurso no sólo responde a un interés erudito por reconstruir filiaciones conceptuales y rastrear el mejor camino dentro de las infinitas cartografías bibliográficas posibles, sino que se nos impone desde que toda la reflexión volcada sobre la letra del filósofo alemán aparece en Derrida atravesada por la cuestión de la vida. Y es ésta precisamente, la vida, el presente así llamado vivo, el objeto al que se ha volcado el pensador franco-argelino desde sus tempranos estudios husserlianos hasta el último de sus seminarios. Pero la cuestión de la vida no se reduce sólo a la problemática del presente, es decir, del fundamento al que la historia de la onto-teo-logía ha reducido la pregunta por el ser luego del olvido de su diferencia con relación al ente. También el interrogante sobre la vida orienta hoy el debate filosófico-político desde diversas perspectivas. Entonces, preguntarse por el arkhé de la vida, entendiendo este genitivo como subjetivo y objetivo a la vez, no sólo corresponderá a la metafísica o la gnoseología, sino que de manera indisociable implicará una proyección en el campo práctico. ¿Qué es la vida? ¿Cómo distinguirla de la muerte? ¿Quién decide sobre esta frontera y determina quiénes están de un lado o del otro de la división? ¿Qué política se funda en esta concepción heredada de la vida? ¿Existe otro modo de lo político que implique, por lo tanto, otra relación entre la vida y la muerte? Estas preguntas señalan una crisis, una solicitación, una puesta en suspenso de los cimientos sobre los que construimos nuestras instituciones, temblores del pensar que aquí asumirán el nombre propio de Nietzsche/Derrida.