Hipertensión Arterial

Abstract

La HTA es un factor de riesgo cardinal para enfermedades cardiovasculares y su incidencia ha aumentado significativamente en las últimas décadas, afectando a más de mil millones de personas globalmente. En Argentina, la prevalencia de HTA ha aumentado, según el estudio RENATA-2, alcanzando un preocupante 36.32%. Este aumento refleja deficiencias en las estrategias de salud pública y políticas de manejo implementadas hasta ahora. Además, la conciencia y el control de la HTA entre los pacientes continúan siendo bajos, con menos del 30% de los hipertensos bajo tratamiento farmacológico alcanzando metas terapéuticas adecuadas. El diagnóstico de HTA se basa en criterios de consenso que definen la enfermedad como una condición multifactorial con implicancias graves para la salud a largo plazo. La medición precisa de la presión arterial (PA) es fundamental, ya sea mediante presión arterial en consultorio (PAC), monitoreo ambulatorio de la presión arterial (MAPA) o monitoreo domiciliario de la presión arterial (MDPA). Estos métodos permiten evaluar el riesgo cardiovascular global y guiar las decisiones terapéuticas de manera más precisa. Además de la medición de la PA, el diagnóstico integral de la HTA incluye estudios complementarios como ecocardiografía y evaluación de laboratorio para detectar daño en órganos blanco y comorbilidades como diabetes mellitus y dislipidemias. Estos estudios son cruciales para estratificar el riesgo cardiovascular y personalizar el tratamiento según las necesidades individuales del paciente.El manejo terapéutico de la HTA se enfoca en la reducción de la PA y la mitigación del riesgo cardiovascular global mediante cambios en el estilo de vida y el uso de medicamentos antihipertensivos. La combinación de estos enfoques puede reducir significativamente el riesgo de eventos cardiovasculares graves, como accidentes cerebrovasculares e infartos de miocardio. En resumen, el capítulo proporciona una guía detallada y práctica para el manejo clínico de la HTA, destacando la importancia del diagnóstico precoz, la evaluación exhaustiva del riesgo cardiovascular y la implementación de estrategias terapéuticas efectivas. Sin embargo, subraya la necesidad de mejorar la conciencia pública y la adherencia al tratamiento para abordar efectivamente esta enfermedad creciente y sus implicancias en la salud pública e individual.