Artículo
Contenido y Calidad de la materia orgánica particulada del suelo
Fecha de publicación:
10/2007
Editorial:
Aapresid
Revista:
Revista Técnica Especial en Siembra Directa
ISSN:
1850-0633
Idioma:
Español
Tipo de recurso:
Artículo publicado
Clasificación temática:
Resumen
La materia orgánica (MO) del suelo es un elemento clave para mantener la productividad de los agrosistemas. Sin embargo, en pocos casos se ha observado una relación cuantitativa directa entre la MO y la productividad. Lucas (1977) encontró que el rendimiento potencial del maíz y el contenido de MO del suelo estaban relacionados. Bauer y Black (1994) obtuvieron 15,6 kg de trigo ha-1 por cada Mg de MO del suelo (0-0,305 m), dentro del rango 64-142 Mg MO ha-1. En los suelos de la región semiárida pampeana la MO explicó el 27% de la variabilidad de los rendimientos de trigo (Díaz Zorita, 1994). Estos ejemplos representan condiciones particulares y poco extrapolables, motivo por el cual el contenido de MO es poco utilizado como herramienta de diagnóstico durante la fertilización. Esto se debe principalmente a que:
• la pérdida de MO favorece inicialmente a los cultivos pero existen umbrales a partir de los cuales se ven los efectos adversos de esa pérdida;
• generalmente el efecto es indirecto;
• hay factores que modifican el contenido de MO más que las prácticas de manejo;
• no toda la MO tiene la misma función.
Si bien estos aspectos explican la baja relación encontrada, el último punto es de suma importancia. Esto se debe a que no toda la fracción orgánica del suelo contribuye de la misma forma a la productividad de los cultivos, la mayor parte interviene sólo indirectamente. La MO se encuentra en el suelo en un continuo estado de transformación, donde no existen límites definidos y desde el punto de vista conceptual es importante fijarlos. Se pueden definir varios compartimentos discretos con una relación negativa entre tamaño y velocidad de descomposición, donde las fracciones más abundantes se descomponen más lentamente (Smith et al., 1999). La facilidad con que se descomponga (o labilidad) de cada uno de estos compartimentos dependerá de la composición química, de la relación C:N, del estado de humificación y de su posición dentro de la matriz del suelo (Goldchin et al., 1995). La variación de las fracciones lábiles, que representan una pequeña pero muy activa parte de la materia orgánica, será muy difícil de detectar si se analiza el total de MO y no las diferentes fracciones. Estas fracciones son indicadores sensibles del efecto de los diferentes manejos agronómicos y sus contenidos de N, P, K, S, etc. están directamente relacionados con la disponibilidad de nutrientes para los cultivos (Gregorich, Ellert, 1993). Desde el punto de vista de la fertilidad del suelo, se pueden diferenciar dos fracciones con características, composición y funciones diferentes: la MO humificada o asociada a la fracción mineral del suelo (MOM) y la joven o particulada (MOP). Esta última es la fracción más dinámica y se relaciona directamente con la disponibilidad de nutrientes para el cultivo (Galantini, Rosell, 1997; Galantini, 2005). La dinámica de la liberación de los nutrientes contenidos en ella dependerá del balance entre los procesos de mineralización e inmovilización producto de la actividad de las bacterias y hongos descomponedores (Salas et al., 2003).
Palabras clave:
Materia Organica
,
Fracciones
,
Productividad
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Citación
Galantini, Juan; Landriscini, María Rosa; Hevia, Carolina; Contenido y Calidad de la materia orgánica particulada del suelo; Aapresid; Revista Técnica Especial en Siembra Directa; 10-2007; 36-40
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