Julio Cortázar: militancia antidictatorial y redes humanitarias transnacionales (1974-1983)

Abstract

En abril de 1974, la revista Agermanament1 de Barcelona publicaba un artículo de José Guerrero Martín que se preguntaba “¿hacia dónde va Latinoamérica?”, o mejor dicho, “¿hacia dónde quieren otros que vaya Latinoamérica?”. El periodista de La Vanguardia Española señalaba en las páginas de esta revista del cristianismo antifranquista, que América Latina no podía regir su propio destino porque la “intervención directora de los EE.UU.”, “su interferencia a través de la CIA y de las grandes multinacionales” habían puesto a la región en la senda de la “contra-revolución”, la “injusticia”, la “represión” y el “militarismo”. Brasil se constituía en el “modelo de las fuerzas conservadoras del subcontinente”: “espectacular desarrollo económico” a expensas de la “brutal represión” de la ciudadanía por parte de las Fuerzas Armadas que pusieron fin al gobierno de João Goulart (1961- 1964). Uruguay, bajo la bota militar y convertido en “apéndice del gigante latinoamericano”. Argentina, donde el peronismo se erigía en una “muralla imponente contra todo intento revolucionario” y habilitaba la “represión de toda expresión de izquierda” (en referencia a la escalada represiva protagonizada por organizaciones para estatales de derecha entre 1973 y 1976, entre otras la Alianza Anticomunista Argentina, AAA). Y por último Chile, donde se había consumado la “más amarga y terrible derrota” de la “revolución” desde el descabezamiento del “experimento de ir hacia el socialismo por la vía democrática”. Guerrero Martín concluía señalando que Latinoamérica era un “volcán” y que frente a la “doble alternativa de continuidad o revolución”, las soluciones militares seguirían imperando. La “contrarrevolución” estaba en marcha y progresaba día a día (Guerrero Martín 1974, 8-9).