¿Un Tintoretto en La Plata?: historiografía para una reatribución

Abstract

Since 2022, the collection of the Provincial Museum of Fine Arts (Museo Provincial de Bellas Artes) of La Plata, which since 2007 has been named “Emilio Pettoruti”, has begun to be studied in light of the preparation of catalogs raisonnés, exhibitions, and enhancements of its heritage. Among the various collections of national art gathered in its more than one hundred years of existence, there are pieces of European art of international relevance such as The Departure of Columbus from Puerto de Palos (La salida de Colón de Puerto de Palos) (1873) by Ricardo Balaca and Orejas Canseco or the Portrait of a Knight of the Scottish painter Henry Raeburn, among others. In this context, the oldest work that arrived at the Museum is a portrait donated in 1932 by Sara Wilkinson de Santamaría y Marsengo that bears in its attribution one of the most legendary signatures in the history of universal art: Tintoretto. The chemical, spectroscopic, and historiographic study of the remarkable painting that portrays Melchior Michael, a Venetian attorney, admiral and military man who lived in the mid-16th century, made it possible to connect the ancient canvas found in the warehouse of the La Plata museum, with the painting workshop of one of the most famous artists of Italian mannerism. With an extensive genealogy that spans several centuries, purchases, exhibitions that cover the history of Argentine and European art and collection, the vicissitudes of the Venetian admiral´s return trip from Buenos Aires to Venice provide some first insights in this work. In that sense, the reconstruction of that complicated transatlantic path that the work took until it reached its final destination is part of the recovery of an invaluable heritage, while offering a new story for Argentine collecting at the beginning of the 20th century.

Desde 2022 la colección del Museo Provincial de Bellas Artes de La Plata que desde 2007 lleva el nombre de “Emilio Pettoruti”, se ha comenzado a estudiar a la luz de la confección de catálogos razonados, exhibiciones y puestas en valor de sus patrimonios. Entre las diversas colecciones de arte nacional reunidas en sus más de cien años de existencia, se encuentran piezas de arte europeo de relevancia internacional como La salida de Colón de Puerto de Palos (1873) de Ricardo Balaca y Orejas Canseco o el Retrato de caballero del pintor escocés Henry Raeburn, entre otras. En ese contexto, la obra más antigua que llegó al Museo se trata de un retrato donado en 1932 por Sara Wilkinson de Santamaría y Marsengo que ostenta en su atribución una de las firmas más legendarias de la historia del arte universal: Tintoretto. El estudio químico, espectroscópico e historiográfico de la notable pintura que retrata a Melchior Michael, un procurador, almirante y militar veneciano que vivió a mediados del siglo XVI, hizo posible conectar la antigua tela hallada en el depósito del museo bonaerense ubicado en La Plata, con el taller de pintura de uno de los artistas más famosos del manierismo italiano. Con una genealogía extensa que abarca varios siglos, compras, exhibiciones atravesando la historia del arte y del coleccionismo argentino y europeo, los avatares del viaje de regreso del almirante veneciano desde Buenos Aires hasta Venecia arrojan en este trabajo algunas primeras pesquisas. En ese sentido, la reconstrucción de ese complicado camino transatlántico que la obra tuvo hasta llegar a su último destino, se enmarca en la recuperación de un patrimonio invaluable, al tiempo que ofrece un nuevo relato para el coleccionismo argentino de principios del siglo XX.