El estado de la diversidad de especies arbóreas y otras especies de los ecosistemas boscosos

Abstract

A pesar de haber contado con más de 84 millones de hectáreas de bosques nativos a finales del siglo XIX, la Argentina no se ha autopercibido jamás como un país forestal. Desde el inicio de su historia, la orientación del país como proveedor mundial de productos agrícolas y ganaderos implicó una enorme degradación de la superficie boscosa. Gran parte de los bosques se transformaron en suelos agrícolas y ganaderos. Esta tendencia fue consolidada e incrementada en las últimas décadas a partir de una fuerte demanda de materias primas agropecuarias a partir del surgimiento de nuevos mercados internacionales altamente demandantes. En la actualidad, quedan menos de 30 millones de hectáreas de bosques nativos. En este libro volcamos el trabajo de un grupo de redacción conformado por referentes temáticos representantes de siete organismos nacionales (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable; Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca; Ministerio de Salud; Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria; Administración de Parques Nacionales; universidades nacionales; Instituto Nacional de Semillas; Dirección de Bosques Provinciales (Dción. Pcial. de Bosques de TdF)). Este libro fue realizado ajustándonos al esquema de información sugerido por la FAO para el Segundo Informe País sobre el estado de conservación de los recursos genéticos forestales. Su estructura temática sigue tal sugerencia. Se lo elaboró relevando la información propia, de bibliografía, de entrevistas a miembros de pueblos indígenas y comunidades campesinas, de empresas forestales, a investigadores, docentes universitarios, etc. Fue sometido a revisiones por parte de referentes dedicados a la investigación y a la gestión forestal del país en organismos nacionales y privados. Deseamos que la información vertida en este libro con la mayor honestidad y desde nuestro buen saber y entender sea de utilidad para el diseño de políticas nacionales científicamente informadas, para la creación de capacidades y para el trabajo articulado dentro de una estructura interinstitucional que permita ordenar la conservación, el manejo y el uso del BCGF.