Caminos recorridos y por recorrer con la comunidad de Antofagasta de la Sierra

Abstract

En este trabajo queremos compartir algunas reflexiones como resultado de experiencias de vinculación comunitaria, llevadas adelante desde el Equipo de Investigación en Arqueología y Patrimonio de Antofagasta de la Sierra en los últimos quince años, que nos han permitido poner en práctica nuevos acercamientos con la comunidad, para trabajar sobre diferentes temas y problemas de interés común. Entre ellas, destacamos el diseño de metodologías y estrategias para intercambiar saberes y sentires sobre identidad y territorio, el desarrollo de talleres coproducidos con las y los antofagasteños, la publicación de un libro que reúne décadas de estudios en la puna, la participación de integrantes de la comunidad en actividades de investigación arqueológica, la construcción de un centro de interpretación y la presencia de nuestro equipo en asambleas públicas relacionadas a emprendimientos mineros. Reconocemos la potencialidad de estos espacios como puentes para el encuentro entre miradas diversas y la generación de proyectos comunes y situados. Cada una de estas acciones nos exigió cuestionarnos y debatir sobre nuestro rol, en la dinámica de la comunidad, desde las Ciencias Sociales. Apoyándonos en un recorrido que desde las primeras campañas hace más de tres décadas, tuvo la impronta de la escucha y la conversación fraterna con una diversidad de habitantes de este pueblo, el objetivo de los últimos años ha sido fortalecer los vínculos con las personas, colectivos e instituciones de Antofagasta de la Sierra. En este sentido, las actividades realizadas derivan de y a la vez, implican, un ejercicio de reflexión cotidiano acerca de las diversas subjetividades, la dimensión social y los alcances de nuestra disciplina, y la inclusión de la comunidad en las planificaciones, decisiones, discusiones y valoraciones de nuestra práctica. Las investigaciones arqueológicas, históricas, relatos, memorias y gran variedad de expresiones culturales locales han dado cuenta de la profunda e imbricada historia humana en la Puna. Esta historia se hace presente y nos interpela hoy más que nunca, al observar y ser parte de los procesos sociales, las transformaciones que los acompañan y sus múltiples implicancias para las comunidades locales y sus territorios. Las experiencias vividas en los numerosos años que lleva el equipo de trabajo en el área, nos han revelado una pertenencia, una identidad con este lugar que nos compromete y nos involucra con su devenir. Nos sentimos parte -a pesar de la distancia- de esta comunidad. Sin embargo, consideramos que queda mucho camino por recorrer para lograr la sistematicidad de las acciones, sostener lo construido y crecer en el desarrollo de propuestas que resulten de intereses comunes y demandas locales. Si bien se ha avanzado en las últimas décadas en la ponderación de las tareas de vinculación social dentro de la universidad y el sistema científico en general, los recursos presupuestarios para llevar adelante las mismas todavía no son suficientes, ni los tiempos de las instituciones se corresponden con los de las comunidades. Estos son problemas seguramente comunes a los demás equipos que trabajan en el área y creemos, son importantes de poner en común, para el fortalecimiento y apoyo mutuo de estas actividades. Hacia adelante, creemos necesario ampliar las articulaciones con agentes claves y fluctuantes como las dependencias municipales y los heterogéneos colectivos locales; recuperar y hacer visibles las interpretaciones y miradas de las y los antofagasteños sobre sus legados, su historia pasada y reciente; profundizar los espacios de reflexión dentro de los ámbitos científicos, e incrementar los trabajos y acciones colaborativas entre equipos de investigación, en lo referido a actividades y proyectos con la comunidad y problemáticas territoriales. Estas son vías que posibilitarán nuevos avances en el propósito de aportar desde la arqueología, a la construcción de una ciencia abierta, plural y participativa.