Relaciones estructurales en la evolución tectónica mesozoica del segmento norte de la Cuenca Austral - Magallanes, Provincia de Santa Cruz

Abstract

La Cuenca Austral - Magallanes registra una extensa y compleja historia desde su formación en el Mesozoico temprano hasta la actualidad. Numerosas investigaciones se han enfocado en el estudio y comprensión de la misma abarcando su amplia extensión, reconociendo variaciones latitudinales en la cronología de los eventos y procesos que configuraron el estilo estructural y arreglo estratigráfico. El presente trabajo busca hacer foco en el segmento septentrional de la cuenca, comprendido entre los lagos Posadas-Pueyrredón y Belgrano (47-48° S). Este segmento constituye un sitio clave para estudiar la evolución temprana de la cuenca, debido que concentra el registro de la secuencia estratigráfica completa en una faja apretada N-S de apenas 10 km de ancho. El segmento norte de los Andes Patagónicos Australes (46-48° S) se caracteriza por un basamento paleozoico perteneciente al Complejo Metamórfico Andino Oriental (Calderón et al., 2016). Dentro del mismo se destacan las secuencias metasedimentarias devónicas-carboníferas de las formaciones Río Lácteo y Bahía la Lancha (Augustsson et al., 2006; Suárez et al., 2021). Este basamento paleozoico presenta una serie de pulsos contraccionales que se reconocen hasta el límite Triásico ? Jurásico (Suárez et al., 2021). Este último pulso de deformación podría estar vinculado a la somerización de la losa que se subductaba en el margen occidental de Gondwana (Navarrete et al., 2019). De manera coetánea comienza a generarse una fragmentación generalizada del supercontiente, que en la zona de estudio se encuentra representada por depocentros extensionales de retroarco interpretados como un sistema de rift del Jurásico Tardío (Arbe, 2002; Ghiglione et al., 2015). El magmatismo asociado a la tectónica extensional es conocido como el Complejo el Quemado, Formación Tobífera y Formación Ibañez, pertenece al tercer episodio eruptivo (V3) de la Gran Provincia Ígnea Silícica Chon Aike (Pankhurst et al. 2000). Estas unidades se encuentran generalmente cubiertas por las areniscas costeras de la Formación Springhill (Berriasiano-Valanginiano) y las pelitas con amonites de las formaciones Río Mayer (Valanginiano-Hauteriviano) y Río Belgrano (Barremiano), las que representan la ingresión marina del Cretácico Inferior. Por encima, las areniscas y tobas retrabajadas de la Formación Río Tarde (Aptiano-Cenomaniano) que representan la continentalización del ambiente durante el Cretácico medio (Giacosa y Franchi, 2001). Estas sucesiones cretácicas, reconocidas como el sag y foreland de la cuenca Austral-Magallanes (Arbe, 2002; Ghiglione et al., 2015), registran evidencias del primer pulso compresivo de la orogenia Andina (Aramendía et al., 2018; Ronda et al., 2019). En el presente trabajo, a partir del estudio estratigráfico y estructural de la zona, se analizaron las relaciones de contacto entre las rocas volcanosedimentarias del rift Jurásico y las sucesiones sedimentarias cretácicas en un transecta N-S. En primer lugar, se reconocieron una serie de variaciones latitudinales en la relación de dicho contacto. En el sector norte, en la quebrada del Río Oro, se encuentra a la Formación Springhill por encima de las volcanitas jurásicas. Sin embargo, hacia el sur, en la divisoria entre las naciente del Río Furioso y el Río Tarde se encuentra a la Formación Río Mayer cubriendo a las capas volcánicas del Complejo el Quemado, destacando la ausencia de la Formación Springhill. Hacia el sur, en las nacientes del río Tarde se reconoce directamente a la Formación Río Belgrano por encima de la volcanitas jurásicas. En el sector más austral de esta misma faja, en la sierra de las Uñas, esta relación vuelve a registrar a la sucesión estratigráfica completa. Es decir, El Complejo El Quemado, y las formaciones Springhill, Río Mayer, Río Belgrano y Río Tarde. A partir de estas variaciones latitudinales se puede inferir un arreglo paleotopográfico heterogéneo, el que condicionó la sedimentación en la zona del depocentro de la cuenca durante la ingresión marina cretácica inferior. Por otra parte el reconocimiento de discordancias angulares entre las capas del Complejo el Quemado y la formación Río Mayer y Río Belgrano, evidencia un control estructural en el paleorelieve que acomodó esta singular distribución de los depósitos cretácicos. Esto preliminarmente permitiría interpretar un nuevo pulso de deformación, comprendido entre el Jurásico y el Cretácico medio y podría vincularse con eventos similares a los registrados en el Macizo del Deseado, al este de esta zona de estudio (Navarrete et al., 2018).