Los espirituales y la política imperial

Abstract

La historia de los "espirituales" franciscanos en las densas primeras décadas del siglo XIV ha sido motivo de numerosos trabajos que analizan los diversos aspectos y modos en que la "pobreza evangélica" propiciada por la Orden Franciscana y llevada a su expresión más rígida por los "espirituales", produjo una verdadera crisis tanto teórica como práctica, que abarcó no sólo a los miembros de la Orden, sino a teólogos, filósofos, eclesiásticos y agentes políticos. En concreto, la cuestión del "simple uso" ha sido interpretada -entonces y después- de diversos modos y las consecuencias de las posiciones encontradas también han sido evaluadas con criterios dispares. No es mi propósito entrar de nuevo en esta historia que ya ha sido contada varias veces y por voces más autorizadas. Me propongo, puntualmente, responder -en lo posible- a una pregunta que, en estos o similares términos, recorre los ánimos de investigadores y lectores de esta historia: cuál fue exactamente el punto nodal, en que los teóricos del emperador veían el rédito político de apoyar a los espirituales y el que -correlativamente- era visto como un serio peligro por la curia pontificia.