Bajo la Cruz del Sur: gallegos y asturianos en Buenos Aires (1820-1870)

Abstract

En este libro nos proponemos analizar las migraciones de gallegos y asturianos a Buenos Aires, en la etapa comprendida entre 1820 y 1870. Tras la crisis del orden colonial y una vez superada la fase de más intensos enfrentamientos con el poder español, las corrientes del noroeste hispánico hacia el Río de la Plata se reactivaron, iniciando un ciclo inmigratorio de gradual y continuo crecimiento, que se extendió hasta las primeras décadas del siglo XX. En esta obra nos concentraremos en las primeras fases de este largo ciclo, haciendo hincapié en los condicionantes que lo favorecieron de uno y otro lado del Atlántico, en las políticas y mecanismos migratorios y en las formas de integración de los gallegos y asturianos en el espacio de acogida. Desde fines de la etapa colonial la ciudad porteña fue un importante ámbito de destino de los flujos del noroeste peninsular. Recordemos que la habilitación de la línea de Correos Marítimos desde La Coruña a Montevideo y las posibilidades de movilidad social abiertas en la capital virreinal, entre otros factores, estimularon el trasvase humano desde Galicia y Asturias hacia la última, a partir de 1770, aproximadamente. La ruptura del pacto colonial debilitó transitoriamente estos flujos, pero no los eliminó totalmente, de tal modo que cuando las condiciones de seguridad en el traslado ultramarino se restablecieron, las corrientes gallegas y asturianas hacia la América del Sur retomaron sus antiguos niveles, articulándose en muchos casos con las tardo-coloniales. En la primera mitad del siglo XIX Buenos Aires creció a un nivel demográfico y económico-social, a la par de su vinculación comercial con Europa y gracias a la llegada de inmigrantes de este último continente, que comenzaron a localizarse en los ámbitos urbanos y rurales pampeanos. La ciudad porteña era la puerta de entrada al gran espacio productivo localizado sobre la margen occidental del Plata y en ella quedaron establecidos transitoria o permanentemente muchos recién llegados. El comercio minorista y un sinfín de actividades que exigían una escasa calificación se convirtieron en buenas opciones de inserción laboral, de tal manera que muchas veces llegaron a ser el punto de partida de procesos de movilidad social ascendente, que podían verse coronados por el éxito económico y el prestigio político. Hacia 1855 los gallegos y asturianos tomados conjuntamente representaban a más del 42% de los españoles establecidos en Buenos Aires, según el censo de habitantes que se conserva, de dicho año. Los oriundos de Galicia eran el principal grupo peninsular, desde un punto de vista regional, constituyendo el 38% de la comunidad española. El estudio de los gallegos no sólo se justifica por su importante presencia numérica en el ámbito rioplatense, sino también por su profunda incidencia en la evolución económico-social y cultural de la región. Además, como trataremos de poner de relieve a lo largo de nuestra obra, gallegos y asturianos compartieron similares formas de traslado e integración en el espacio porteño, lo que justifica su análisis conjunto, desde el punto de vista de la sociedad receptora. Destacaremos que pese a la relevancia del tema señalado, los estudios sobre el mismo son bastante limitados. Por lo general, los trabajos sobre las migraciones españolas al Río de la Plata se han concentrado en el tránsito del siglo XIX al XX, soslayando en muchos casos las etapas previas y posteriores a esta fase de traslados masivos. Por lo tanto, nuestra indagación buscará en algún sentido cubrir ciertas lagunas historiográficas, que ameritan ser superadas.