Federación Agraria hoy: El Campo argentino en discusión

Abstract

En el transcurso de 2008 la sociedad argentina presenció un enfrentamiento sin precedentes entre las corporaciones del sector agropecuario y el gobierno nacional. El anuncio de un nuevo esquema de retenciones móviles para la soja, el trigo, el girasol y el maíz y sus productos derivados desató un conflicto con diversos matices pero atravesado por una fuerte disputa entre las entidades representativas del sector agropecuario y el gobierno de Cristina Fernández. Comunicadas de manera confusa, las retenciones se convirtieron en tema de debate nacional canalizando el enojo de los productores agrarios y de otros sectores de la sociedad. Desde las corporaciones, el reclamo por una política agropecuaria integral a largo plazo comenzó a expresarse en el marco del enfrentamiento por los derechos de exportación. El conflicto fue aprovechado por otros sectores con el fin de obtener cierto rédito. Los partidos opositores sumaron su apoyo al frente agropecuario dejando en evidencia el comportamiento característico de la oposición argentina: acumular demandas sin realizar propuestas alternativas que apunten a vías concretas de solución. A partir de la comunicación cotidiana, desde los principales medios periodísticos del país lograron instalar el conflicto en el binomio campo- gobierno. Esta situación, dificulto la posibilidad de matizar y dar a conocer las distintas realidades existentes en el sector. Los medios le dieron visibilidad a las agrupaciones del agro presentando a la Mesa de Enlace como un actor político de consideración. En este contexto, el papel jugado por la Federación Agraria Argentina llamó la atención y merece ser considerado en profundidad. Los divergentes intereses históricos existentes entre la FAA y las restantes entidades del sector se vieron llamativamente diluidos. La Federación Agraria mantuvo desde siempre agudas diferencias con las otras corporaciones agropecuarias. En especial con la Sociedad Rural Argentina (SRA). Las divergencias versaban sobre la necesidad de políticas hacia el sector, pero sobre todo respecto al rol que debe ejercer el Estado en relación a las actividades del agro. ¿Por qué la Federación Agraria llevó adelante un reclamo junto a entidades con las cuales tiene importantes diferencias históricas como la SRA y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA)? ¿De qué forma agrupaciones con intereses divergentes e incluso enfrentados estructuraron un reclamo conjunto que puso en vilo a la sociedad? Centrando el análisis en ciertas coyunturas consideradas claves para la organización en el período 1999-2008, este trabajo busca dar respuesta a los interrogantes mencionados.