Tejiendo legitimidad con hilos de violencia: Los asesinatos del Cnel. Reyes, Enrique Fiorentini y la familia Báez en 1976

Abstract

La problematización de la violencia política en la Argentina fue central para construir un dispositivo legitimador en los meses previos al golpe militar de 1976. La descomposición del gobierno del Frente Justicialista de Liberación (FreJuLi) y la dinámica de la violencia constituyeron puntos relevantes dentro de la trama discursiva golpista. En este artículo pretendemos evidenciar esta situación a partir de una serie de hechos de violencia sucedidos a comienzos de 1976 en la ciudad de Mar del Plata. Nos referimos a los asesinatos del cnel. Rafael Reyes (Jefe de la Subzona 15) y del empresario Enrique Fiorentini; y la vinculación que se estableció entre estas muertes y los crímenes de Federico Báez, Agnes Acevedo y María Báez Acevedo, familia de un militante de la Juventud Peronista (JP). A partir de un entrecruzamiento de fuentes judiciales, periodísticas y policiales, analizamos cómo las autoridades presentaron los hechos para encuadrarlos en un discurso que mostraba la violencia política como producto de una situación de “anarquía” que sólo el poder militar podía resolver

The problematization of political violence in Argentina was central to the construction of a legitimizing device in the months prior to the military coup of 1976. The decomposition of the FrejuLi government and the dynamics of violence constituted relevant points within the coup plot. In this article we intend to highlight this situation from a series of acts of violence that took place at the beginning of 1976 in the city of Mar del Plata. We refer to the assassinations of the Cnel. Rafael Reyes (Chief of Sub-Area 15) and businessman Enrique Fiorentini; and the connection that was established between these and the murders of Federico Báez, Agnes Acevedo and María Báez Acevedo, family of a militant of the JP. From a crosssection of judicial, journalistic and police sources, we analyzed how the authorities presented the facts to frame them in a speech that presented political violence as the product of a situation of "anarchy" that only military power could resolve.