El realismo cómico de Mario Bellatin: Shiki Nagaoka y el sentido errático

Abstract

Mario Bellatin es un escritor comprometido con llevar los límites de la literatura hasta nuevas y novedosas capacidades. Es difícil encontrar una “novela” suya (recuérdese que rechaza las etiquetas genéricas) que pase por ser un relato lineal y clásico: podría mencionarse el caso de Salón de belleza (1994), su cuarta publicación, pero las últimas producciones donde el autor vuelve sobre aquella obra, desde reescrituras hasta una película cuyas imágenes acompaña él mismo leyendo textos, desestabilizan de modo retroactivo la entrada a Salón de belleza. Ante un escritor con una producción tan heterogénea, es difícil para la crítica no buscar líneas constantes, coherencias a lo largo de su obra. Aquí intentaremos delinear una línea, una dimensión subterránea que viene desde los comienzos, pero que a veces emerge en aquellos avances hacia territorio dramático, donde el autor participa de las adaptaciones de su obra al teatro u ópera, como fue el caso de Bola negra (2005), o realiza acciones artísticas, intervenciones, que insisten en recordarnos que él es el autor, el escritor, de su obra.