Artículo
Como es sabido, Pedro Abelardo, el más célebre maestro del siglo XII, supo provocar la ira no solo de sus colegas laicos, sino también la de influyentes representantes de la Iglesia. Así lo confirman los dos concilios en los que fue condenado, Soissons (1121) y Sens (1141). Desde finales del siglo XIX, mucho se ha escrito tanto acerca de los acontecimientos fácticos como sobre los rencores, envidias y hasta confabulaciones homicidas perpetradas contra el Palatino. Si a este panorama conflictivo se le suma la escasa reproducción de sus obras en los años posteriores a su muerte, y las prácticamente nulas menciones explícitas que otros autores medievales han hecho de su filosofía, podría dar la impresión de que su figura y sus ideas son hoy mucho mejor apreciadas de lo que fueron realmente en su propia época. Sin embargo, no es así. Contamos con numerosas declaraciones que acreditan la relevancia de Abelardo en el universo escolar del siglo XII. No es casual, pues, que incluso en nuestros días los especialistas se sigan refiriendo a él como el Magister por antonomasia. Así, el presente escrito se encuentra dedicado a las pasiones que Abelardo, en su calidad de maestro, despertó entre sus discípulos. Se compone de dos grandes momentos: el primero consta de un breve repaso por cuatro testimonios particularmente sugestivos sobre su trayectoria escolar; el segundo se centra en un “indignado alumno”, Berengario de Poitiers, y su Apologia Berengarii Pictauensis contra sanctum Bernardum Claraeuallensem abbatem et alios qui condemnauerunt Petrum Abaelardum. It is well known that Peter Abelard, the most famous master of the 12th century, knew how to drive mad not only his laic colleagues of urban schools, but also important ecclesiastical leaders. This is confirmed by the two Councils in which Abelard was condemned: Soissons (1121), and Sens (1141). Since the end of the 19th century, rivers of ink have flowed concerning both factual events and grudges, envies, and even the murder conspiracies perpetrated against Abelard. If to this troubling scenario is added the very little reproduction of their works in the years after his death, and the lack of explicit mentions of Abelard’s doctrine done by other medieval authors, it might seem that his image and his ideas are today much better appreciated than they really were in his own time. Nevertheless, it is not the case. We have lots of statements proving Abelard’s reputation in the scholar life of the 12th century. It is not casual that even nowadays medievalists keep referring to him as the Magister par excellence. Then, this paper is dedicated to the passions that Abelard, as master, inflamed among his students. It is divided into two parts. The first one consists in a succinct revision of four particularly suggestive testimonies about his days as a teacher; the second part is focused on an “outraged disciple”, Berenger of Poitiers, and his Apologia Berengarii Pictauensis contra sanctum Bernardum Claraeuallensem abbatem et alios qui condemnauerunt Petrum Abaelardum.
Maestro condenado, discípulo indignado: la imagen de Pedro Abelardo y la exasperada defensa de Berengario de Poitiers
Fecha de publicación:
12/2021
Editorial:
Pontificia Universidad Católica Argentina "Santa María de los Buenos Aires". Instituto de Estudios Grecolatinos "Prof. F. Nóvoa"
Revista:
Stylos
ISSN:
0327-8859
Idioma:
Español
Tipo de recurso:
Artículo publicado
Clasificación temática:
Resumen
Palabras clave:
PEDRO ABELARDO
,
BERENGARIO DE POITIERS
,
SENS
,
MEDIEVAL
,
APOLOGÍA
Archivos asociados
Licencia
Identificadores
Colecciones
Articulos(SEDE CENTRAL)
Articulos de SEDE CENTRAL
Articulos de SEDE CENTRAL
Citación
Jakubecki, Natalia Graciela; Maestro condenado, discípulo indignado: la imagen de Pedro Abelardo y la exasperada defensa de Berengario de Poitiers; Pontificia Universidad Católica Argentina "Santa María de los Buenos Aires". Instituto de Estudios Grecolatinos "Prof. F. Nóvoa"; Stylos; 30; 30; 12-2021; 255-272
Compartir
Altmétricas