El cooperativismo agrícola en la agenda pública de una nueva provincia (1951-1962)

Abstract

El cooperativismo agrícola chaqueño se inició en el Territorio Nacional del Chaco sobre fines del siglo XIX, pero no fue sino hasta la década del `20 que comenzó su proceso de crecimiento y consolidación que finalizó en 1950. Dicho progreso fue causado por la expansión del cultivo algodonero y las características que el mismo presentó respecto de su producción y comercialización. Durante el período territorial, la relación entre ambos actores pasó por diversas etapas: de la cordialidad a los enfrentamientos; no obstante, las políticas que hacia las cooperativas se destinaron, no tuvieron como única función la de beneficiar a las instituciones, sino también de ayudar al sector más necesitado del agro chaqueño (los pequeños productores que no tenían la propiedad de la tierra que trabajaban). Cuando en 1951, se transformó el territorio en provincia, la nueva administración adaptó a la realidad local la doctrina justicialista expresada en el II Plan Quinquenal. Para este época, los nuevos rumbos de la política agraria peronista se dirigieron a fortalecer el sector productivo y puntualmente el cooperativismo. Por ello, el Estado Provincial, desde el primer momento buscó acercarse al movimiento e incorporarlo a las diversas reparticiones que se fueron creando. Al mismo tiempo, formó una repartición de exclusiva incumbencia cooperativa, la cual tuvo por funciones: vigilar el desarrollo y fomentar al movimiento cooperativo. Debido al corto tiempo en que funcionaron de estos organismos, juzgar el papel que desempeñaron las cooperativas como integrantes de los mismos, resulta dificultoso. Reorganizada la provincia del Chaco, luego de 1957, el cooperativismo agrícola se mantuvo dentro de la agenda pública, por cuanto comenzaron a surgir problemas de tipo productivo y ello generó un cambio en la política agraria. A partir de 1960 se buscó diversificar la producción, practicar la rotación de los cultivos y tecnificar al agro. Para lograr estos objetivos, el movimiento cooperativo se convirtió en intermediario entre las decisiones políticas y la práctica; no obstante, la visión de las instituciones respecto de las causas de la crisis fue otra y por ello el rol que éstas jugaron fue diferente al esperado. Frente a esta situación, el objetivo del presente trabajo estudiar las vinculaciones de tipo institucional que se establecieron entre el Estado provincial y las entidades cooperativas desde 1951 a 1962. Para lograr nuestro objetivo, buscamos comprender el marco ideológico e institucional en el que se generaron las políticas públicas y las dimensiones que las mismas alcanzaron al momento de ser aplicadas.