Del cambio de matriz energética a la transformación del sistema socio-técnico: repensando la transición energética en la Argentina

Abstract

El desarrollo de Energías Renovables no convencionales se incorporó de lleno en agenda pública en diferentes países de América Latina en las últimas dos décadas. Una de las causas centrales de este fenómeno se vincula a la identificación por parte de los gobiernos regionales en un escenario de crisis energética. Asimismo, esta situación crítica se produjo en un contexto mundial en el que el discurso de transición energética. Este discurso propone transformar los sistemas de generación, distribución y de consumo energético vigentes. Asimismo, el desarrollo de Energías Renovables es presentado como una alternativa superadora, no solo en términos ambientales, sino también como una posibilidad de nuevos modelos de desarrollo más democráticos e inclusivos. Las políticas de transición energética impulsada por los estados de la región se centraron en revertir la situación de escasa diversificación de sus matrices energéticas. En la mayoría de los casos, el escenario de crisis fue construido como un problema casi exclusivo de oferta deficitaria que podía resolverse con una mayor inversión en el sector de generación. Es así que durante la primera década del siglo XXI, países como Brasil, Uruguay, Argentina y Chile impulsaron políticas de promoción del desarrollo y aprovechamiento de Energías Renovables. Este tipo de acciones lograron generar resultados significativos que ubicaron a la región como una de las zonas del mundo de mayor dinamismo en este campo aunque, en términos concretos, este avance fue desigual en cada país en función de sus propias particularidades (IRENA, 2015).En el caso específico de Argentina, desde mediados de la década del 2000 se impulsaron leyes y políticas públicas para favorecer el desarrollo de las Energías Renovables buscando modificar la situación fósil-dependiente de la matriz energética nacional. Dichas iniciativas, a poco más de diez años de su implementación, no han generado los resultados esperados, y la incorporación de las Energías Renovables en Argentina sigue siendo escasa en relación a su potencial y a los resultados obtenidos por los países vecinos (Garrido, 2016).En los últimos años, se pudo experimentar un nuevo impulso a partir de la utilización de nuevos instrumentos y marcos legales que lograron revertir, en parte los magros resultados obtenidos previamente. Así, se puede constatar un aumento significativo de las inversiones en el sector de las Energías Renovables con grandes proyectos de generación eólicos y solares fotovoltaicos principalmente. Estas nuevas políticas son impulsadas desde el gobierno, algunas instituciones y sectores empresarios como parte de un proceso de transición energética. Sin embargo, este discurso de transición energética presenta también sus cuestionamientos debido a su alcance limitado en relación al proceso de transformación. Estas críticas plantean que discurso de transición dominante sólo se reduce a lograr la diversificación de la matriz de generación eléctrica, descuidando otros aspectos críticos del sistema vinculados al carácter oligopólico del sector energético en Argentina, o al agravamiento de las dificultades del acceso a la energía generando un aumento de la pobreza energética (Bertinat, 2017). El objetivo de este trabajo es analizar y discutir las estrategias institucionales y políticas públicas vinculadas a impulsar el proceso de transición energética en Argentina. Para ello se propone un abordaje teórico-metodológico socio-técnico que supere las visiones tradicionales tales como las estrictamente técnicas o económicas. Para ello se propone utilizar un abordaje socio-técnico que supere las explicaciones meramente técnicas o económicas. La problemática de la transición energética en América Latina fue analizada, casi exclusivamente a partir de variables tecno-económicas que ofrecen un aporte limitado para la comprensión del fenómeno. La mayoría de estos trabajos se reducen a un rango limitado de actores participantes en los procesos de transición (empresas, consumidores y policymakers) y parten de una comprensión de la toma de decisiones en clave de racionalización u optimización (criterios costo-beneficio). Sin embargo, descuidan otros elementos que operan en los procesos de toma de decisiones como creencias, valores en conflicto, diferentes relaciones sociales complejas, intereses en competencia, recursos regulatorios, entre otros.