Conservando al loro vinoso (Amazona vinacea) en la selva de pino Paraná (Araucaria angustifolia), Argentina

Abstract

A principios del siglo XX, el loro vinoso (Amazona vinacea) se distribuía en gran parte de la provincia de Misiones (Argentina), con poblaciones estimadas en "miles", pero para 2007-2016 quedaban unos 260 individuos restringidos a la amenazada selva de pino Paraná (Araucaria angustifolia). A partir de la observación de 40 loros en casas de familias, muchos de ellos capturados desde pichones, iniciamos el estudio de sus nidos (2006-2021) y un programa deeducación para su conservación (2005-2021). Investigamos las características de los huecos, árboles y ambientes que utiliza para anidar en áreas protegidas y chacras agrícolas, y buscamos promover su conservación en gran parte del territorio donde aún sobreviven sus poblaciones en Argentina. Once de las 12 cavidades-nido encontradas se formaron por pudrición natural de lamadera en árboles vivos (vs. un hueco excavado). En general, las cavidades usadas por el loro vinoso fueron más altas (promedio: 21 m), más profundas (92 cm) y con entradas más grandes (19 cm) en la selva primaria del Parque Provincial Cruce Caballero que en las chacras (14 m, 48 cm, 13 cm, respectivamente). El loro vinoso solapa poco su nicho de cavidad con otros loros, pero reutiliza cavidades con otras especies de aves no excavadoras, marsupiales e himenópteros sociales. Considerando su requerimiento de cavidades grandes, escasas en selva primaria y aún más raras en sitios modificados, y el solapamiento de nicho con otros animales, las poblaciones remanentes de loro vinoso probablemente se encuentran limitadas por la disponibilidad de cavidades aptas a través de toda su distribución en Argentina. La supervivencia de nidos parece ser baja en la Argentina, y sería importante monitorear más nidos para poder calcular su supervivencia diaria y detectar importantes predadores. Nuestro programa de educación para la conservación empezó con el objetivo principal de reducir la conversión del loro vinoso, y otros animales silvestres, en mascotas. Luego se promovió el reconocimiento de especies amenazadas, la valorización del hábitat para la supervivencia de una especie, el sentido de pertenencia con el entorno natural, el reconocimiento y valoración de los bienes y servicios ambientales que reciben las familias delos parches de selva en sus chacras y el rol de los productores agrícolas en la conservación de especies nativas amenazadas. Visitamos alrededor de 20 escuelas por año hasta 2019 y entregamos árboles nativos a familias agrícolas que querían aportar a la recuperación de su entorno. Observamos cambios positivos en las actitudes respecto de la conservación del loro vinoso en niños, adultos y docentes, que coincidieron con nuestras actividades. Sin embargo, aún existen importantes brechas entre las ganas de conservar las aves y la práctica de conservar su hábitat. La retención de árboles grandes, vivos o muertos, aislados en chacras o en parches de selva, continúa siendo una prioridad en la conservación del loro vinoso, así como toda la comunidad de aves que nidifica en cavidades.