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dc.contributor.author
Núñez Mc Leod, Jorge Eduardo  
dc.date.available
2022-01-28T15:38:34Z  
dc.date.issued
2017  
dc.identifier.citation
Núñez Mc Leod, Jorge Eduardo; Reflexiones sobre el ejercicio de la docencia en ingeniería. Una invitación al debate; Zeta Editores; 2017; 140  
dc.identifier.isbn
978-987-4040-33-6  
dc.identifier.uri
http://hdl.handle.net/11336/150893  
dc.description.abstract
El Título anticipa que el tema es la docencia y que el Profesor Jorge E. Núñez Mc Leod lo aborda desde una perspectiva situada -en carreras de ingeniería-, dinámica -hace foco en la docencia en funcionamiento- y propositiva -conjuga experiencias con aportes para optimizarla-.A Través de este entramado, llama a la reflexión sobre cuestiones relevantes a l ahora de considerar los factores que inciden en la permanencia y el avance delos estudiantes en la carrera. Sin desconocer la heterogeneidad de las condiciones de base de los ingresantes, el autor convoca a sus colegas a formar proactivamente en forma integral al estudiante como persona y futuro profesional (...) a prepararlo para la innovación, para la creación constante de nuevas soluciones, para la adaptación al cambio y el manejo del mismo (p.87).Con un estilo espontáneo y de amena lectura, se deja en claro que la obra no es un tratado de pedagogía, sino una invitación al diálogo sobre aspectos de la vida académica vinculados con el ejercicio de la docencia. Para ello, adopta alternativamente la mirada de profesor y del estudiante respecto de temáticas que, por ser cotidianas, pueden pasar inadvertidas. Entre ellas, el destinatario del enseñar, el sentido de la evaluación -en sus componentes, calificación, contenido, objetivo-, los indicadores de comprensión efectiva y la motivación. Se asigna particular importancia al acompañamiento en la construcción de los aprendizajes y a la interpretación de los errores como instancias intermedias en el proceso de apropiación del saber, del saber hacer y del ser ingeniero. Asi mismo, en el espacio situado de la trayectoria académica en ingeniería resignifica constructos como calidad en educación, excelencia educativa e inclusión social (p. 88).Advierte que, detrás de cada examen desaprobado, se encuentra un joven que no siempre seda cuenta en qué consisten sus equivocaciones ni cómo superarlas; en consecuencia, si algo no cambia, en el próximo examen reaparecerá el mismo obstáculo. Un joven que necesita de la paciencia, la agudeza y la empatía del docente. Paciencia, para comprender que todo proceso requiere tiempos que son diferentes en cada estudiante. Agudeza, para reconocer la variedad de dificultades que una persona afronta en su recorrido universitario, las que pueden conducirla a abandonar la carrera. Empatía, para entrever que el éxito y el fracaso impactan en la imagen que quien aprende se forma de sí mismo y en su motivación por la tarea. La Segunda parte describe la propuesta didáctica que se lleva adelante con éxito en la cátedra Investigación Operativa. Se detiene en el programa, la modalidad de las clases, la mediación de los procesos, la complementación de tareas entre los integrantes del equipo docente, los exámenes como entornos de aprendizaje y los resultados de la implementación de la propuesta. Aborda los problemas en el cruce entre factores personales del estudiante y factores de la vida  académica, haciendo notar el reduccionismo que supone perder de vista uno de los dos. Desde esa perspectiva, cuestiona la creencia generalizada de que al primero debe asignársele la responsabilidad exclusiva de una escasa motivación, poca disposición al trabajo intelectual riguroso, insuficiente compromiso con la carrera. Desde una lógica de complementariedad, entiende que gran parte de lo que sucede en el ámbito educativo universitario, también depende de la voluntad, la perseverancia, el esfuerzo, la dedicación, la entrega, la generosidad del docente (p. 89).Piensa en quienes no regularizan las materias y en quienes desaprueban varias veces un examen; escucha la voz de estudiantes y de docentes expresada en encuestas y diálogos personales. En concreto, pone al alcance de un profesor decidido are-pensar el quehacer de cada día, una Propuesta, en la que formaliza en términos claros el enseñar en su dinámica y contexto. La Tercera parte incluye anécdotas protagonizadas por el autor y por colegas, mediante las que recupera el pensar, el sentir y el obrar de los protagonistas de un encuentro en el que quien enseña y quien aprende comparten un mismo objetivo: avanzar paso a paso en la formación personal y científico-técnica  para ser ingeniero. Trae a primer plano al estudiante que quiere aprender, que invierte tiempo y dedicación para lograrlo. Confía en su capacidad, fundada en el estudio responsable, en la constancia sostenida y en las orientaciones de los docentes-en clase y en horas de consulta-. Este joven necesita aprender cómo aprender contenidos abundantes, complejos y con considerable grado de abstracción, a fin de comprenderlos y anticipar su transferencia a ámbitos propios de su futuro desempeño profesional. En la Cuarta parte, el autor ofrece una guía de buenas prácticas docentes, en la que atiende a las percepciones mutuas de profesores y de estudiantes, algunas relativas a la forma de ejercer la docencia y otras a actitudes que generan mal-estar -entre ellas, las ligadas con cuestiones de género-. Prevalece la aproximación a la educación universitaria entendida como contribución al desarrollo de una persona, en un aspecto de su vida, y a la docencia como un encuentro que orienta y anima al estudiante, dispuesto a esforzarse, en su formación como profesional competente -ingenioso en la resolución de problemas y en la optimización de lo que pasa por sus manos- y que, por esa vía, enriquece a la sociedad. Desde este enfoque, ejercer exitosamente la difícil tarea de educar, con lleva escuchar, comprender, interactuar; incentivar a través de desafíos elevados, pero a la vez alcanzables y realistas; explicitar los procesos; compartir el entusiasmo del estudiante que logra aprehender lo que antes no entendía y que agradece al docente su asistencia oportuna, la que le permitió alcanzar el objetivo deseado. No se esconden temas polémicos -entre ellos, la responsabilidad de asumir la mediación de los aprendizajes que trae aparejado el dar por aprobado el ingreso, la reprobación reiterada de una materia, el lugar de la Matemática en la formación específica del ingeniero. El lector podrá estar de acuerdo o no con las apreciaciones sobre dichos temas y otros, no obstante, si las está leyendo y pensando, el autor ya logró su primer objetivo: hacer explícito lo implícito, hablar sobre lo que no se dice, identificar aspectos para el análisis y el intercambio de visiones sobre el ejercicio de la docencia en la pluralidad de modos de ser aprendices y maestros. El Ingeniero Núñez Mc Leod testimonia, disfruta y se siente identificado con el significado profundo del educar. Su desafío es vivir la docencia, no desde la transmisión año tras año de un contenido cerrado, sino desde el aporte a la concreción del proyecto profesional de cada estudiante. En la práctica cotidiana, un modo efectivo de promover el avance en la trayectoria académica es preocuparse -y ocuparse-, no sólo de lo que hay que aprender -temas de la disciplina- sino de los procesos que el estudiante debe poner en funcionamiento para hacer suyo ese contenido. El libro que tiene en sus manos representa una búsqueda de alternativas didácticas que sean efectivas para contribuir a la formación de un profesional idóneo ,crítico, autorregulado y creativo. En tal sentido, se ponen a disposición del lector ideas, experiencias, procesos, estrategias y recursos destinados atender puentes entre lo que el estudiante trae cuando ingresa en la universidad y lo que se espera de él cuando egrese. Atraviesa la obra, por un lado, el propósito de comprender el enseñar y el aprender en las carreras de la Facultad de Ingeniería de la UNCuyo en la conjunción de elementos, con una mirada sistémica que se aleja de explicaciones lineales y que convoca al docente a ver más allá de las circunstancias, porque a veces lo que más necesita un estudiante de su profesor es que crea en él (p. 122).Por otro, la meta desafiante de resignificar la docencia como encuentro en el que el profesor guía y acompaña al estudiante en su proceso formativo. Efectivamente, en la universidad se conjugan las actividades de docentes y de estudiantes ,ambos protagonistas del hecho educativo, con roles propios, pero convergentes en intencionalidad. Juntos conforman una comunidad de trabajo, con objetivos definidos, que a través de acciones planificadas y en un ambiente de respeto mutuo y comunicación, progresan en la comprensión de la realidad y en la construcción de ellos mismos.  
dc.format
application/pdf  
dc.language.iso
spa  
dc.publisher
Zeta Editores  
dc.rights
info:eu-repo/semantics/closedAccess  
dc.rights.uri
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/2.5/ar/  
dc.subject
Docencia  
dc.subject
Ingeniería  
dc.subject
Carrera Universitaria  
dc.subject
Educación  
dc.subject.classification
Otras Ingenierías y Tecnologías  
dc.subject.classification
Otras Ingenierías y Tecnologías  
dc.subject.classification
INGENIERÍAS Y TECNOLOGÍAS  
dc.title
Reflexiones sobre el ejercicio de la docencia en ingeniería. Una invitación al debate  
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dc.type
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dc.date.updated
2021-06-07T15:37:48Z  
dc.journal.pagination
140  
dc.journal.pais
Argentina  
dc.journal.ciudad
Mendoza  
dc.description.fil
Fil: Núñez Mc Leod, Jorge Eduardo. Universidad Nacional de Cuyo. Facultad de Ingenieria. Instituto de Capacitación Especial y Desarrollo de Ingeniería Asistida por Computadora; Argentina. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Centro Científico Tecnológico Conicet - Mendoza; Argentina