Colocación y retribución: Reclamos y expectativas de niños, niñas y jóvenes a comienzos del siglo XX

Abstract

A mediados de 1917, Francisco Pagliaro que vivía en La Plata, se había dirigido al Defensor General de Menores residente en esa capital provincial para ocuparse de la situación de un sobrino suyo de 15 años, también de nombre Francisco Pagliaro quien, según decía residía en Tandil y estaba al cuidado de Juan Basterrechea en Estación Gardey. El tío no discutía la colocación del chico, pero consideraba “(…) necesario se le asignase un sueldo de acuerdo con sus aptitudes físicas y su trabajo, obligándose a entregar una parte a esa defensoría a efectos de formarse un peculio que pudiera servirle en momentos de necesidad”…