La Memoria de Trabajo: escritorio, pizarra, energía mental.

Abstract

Todos los días mantenemos en nuestra mente fragmentos de información importante durante breves períodos de tiempo hasta que la misma sea utilizada. Por ejemplo: recordar un número telefónico hasta que lo marquemos o mantener en la mente direcciones de lugares mientras le prestamos atención a indicaciones que nos dieron para llegar a ese lugar (toma la primera a la derecha, seguí por esa calle 1 km, pasá la escuela y cuando llegues a la esquina dobla a la derecha hasta el segundo semáforo, ahí a la izquierda está mi casa). Algunas veces, por ejemplo, para resolver un problema se deben tener en cuenta múltiples posibilidades, como en el ajedrez donde el jugador debe anticipar mentalmente diversas jugadas mientras prepara la suya o algunas veces, mientras tratamos de entender oraciones complejas - como ésta- se requiere mantener piezas de información en la mente hasta poder alinear todos los elementos. En situaciones como las enunciadas, no sólo debemos mantener ciertos aspectos de la información en estado accesible a nuestra conciencia sino que tenemos que realizar operaciones cognitivas con ellos, uniendo partes, manipulando o transformando ítems. Este almacenamiento de ítems y manipulación de operaciones es lo que comúnmente llamamos memoria de trabajo. Este capítulo representa un intento en adentrarnos en este complejo proceso cognitivo que interviene en la mayoría de las actividades diarias que realizamos.