Perónleaks. Una relectura del peronismo en base a sus documentos secretos, 1943-1955

Abstract

Este libro se basa en el análisis sistemático de documentos poco o nunca trabajados pro historiadores con anterioridad. Por una parte trabajamos con los expedientes secretos, confidenciales y reservados del Ministerio del Interior. Pese a ser un fondo documental cuya disponibilidad para consulta es relativamente nueva, en los últimos años distintos historiadores han empleado este material, pero en forma siempre parcial, indagando cada uno en un aspecto específico. Pero el fondo documental ofrecía mucho más a quien estuviera dispuesto a dedicarle el tiempo suficiente: desde informes periódicos de las huelgas en el interior del país, hasta detalles de conflictos con la iglesia, comunicaciones de la CIDE (posterior SIDE), instrucciones referentes a la censura y represión de movimientos políticos y laborales, etc. Todo estaba allí. Era información que había permanecido oculta a la población en su momento y que estaba disponible para nuestra consulta. Para este libro revisé y fiché más de 200 expedientes de este Fondfo cocumental. Este libro condensa los principales resultados de esta investigación, aunque hay aspectos parciales más detallados o específicos que han sido o serán objeto de otras publicaciones, individuales o colectivas, de las personas que realizamos este relevamiento. Trabajé también con algunos expedientes de otro fondo documental del AGN: Secretaría Legal y Técnica, la misma contenía varios expedientes que me fueron de utilidad, entre ellos dos cajas conteniendo ejemplares del Boletín diario secreto, elaborado por el INDEC, que abordaba los más diversos temas. Pero, el otro hallazgo importante fue el Fondo Nacional de Recuperación Patrimonial (FNRP) cuya disponibilidad al público también es reciente.Tras el derrocamiento de Perón, el gobierno militar decide investigar los supuestos delitos del gobierno peronista, para lo cual crea la Comisión Nacional de Investigaciones. Esta comisión tenía amplias atribuciones para realizar sus procedimientos, podía investigar reparticiones públicas o individuos ligados al gobierno. Para ello la comisión creó subcomisiones dedicadas a indagar distintos ministerios o funcionarios. En 1956 se creó la Fiscalía Nacional de Recuperación Patrimonial para que seleccione y amplíe los antecedentes relacionados con las personas físicas y sociedades comerciales o civiles, actividad que continúa hasta 1958. La Fiscalía, además, se constituye en la depositaria del material producido hasta entonces por la comisión (testimonios obtenidos y documentación incautada). En 1967, se dan por finalizadas las funciones de la FNRP y las actuaciones pasan a la Secretaría general de la Presidencia y luego al Ministerio de Justicia. Recién en 2002 esta documentación pasa a ser custodiada por el Archivo General de la Nación y se inician las tareas para que el fondo documental pueda ser consultado por los investigadores.Mucha de la documentación de los gobiernos peronistas que se creía perdida o destruida está reunida en este fondo documental. Archivos completos de diversos ministerios y secretarías se han conservado por esta vía: documentos de la CIDE, memorándums confidenciales de todo tipo, informes económicos secretos, informes de reuniones económicas y políticas, archivos sindicales, entre otros. Como la Comisión incautó material privado, también hay gran cantidad de correspondencia perteneciente a funcionarios públicos de alto nivel y de empresarios destacados. Las comisiones investigadoras, además de conservar todo este material, elaboraron conclusiones que luego fueron recolectadas y resumidas en lo que se dio a conocer como el Libro negro de la segunda tiranía. Tanto las conclusiones de cada comisión como esta obra de síntesis, tenían por objeto desprestigiar al gobierno peronista, por eso se concentraron en los casos de corrupción e, incluso, en lo que consideraban fallas morales del personal político peronista. Otros materiales recolectados no solo no fueron dados a conocer, sino que, en muchos casos, fueron archivados sin siquiera ser considerados. Tal el caso de las denuncias de torturas o aspectos institucionales vinculados al sistema represivo que siguió funcionando y que a la burguesía no le convenía ventilar.Nosotros usamos las fuentes recolectadas o producidas por la Fiscalía Nacional de Recuperación Patrimonial, pero de manera por distinta al proceder de tal comisión. De hecho, realizamos nuestra indagación en abstracción de las conclusiones elaboradas por las comisiones, las cuales no leímos hasta haber completado nuestro relevamiento, pues no queríamos que su mirada sesgara la nuestra. En este sentido hemos procedido también en forma diferente a los investigadores que, en los años recientes, han comenzado a explorar estos documentos. El fondo documental es gigantesco. Los expedientes archivados en cajas ocupan 230 metros lineales en las estanterías del archivo. Se trata del material recolectado por sesenta comisiones de investigación. Algunas de estas comisiones llegan a tener más de cien cajas de documentación, tal el caso de la comisión 15 que investiga las actividades de Román Subiza, secretario de Asuntos políticos, o la comisión 11 que estudia los negocios de Jorge Antonio, uno de los principales empresarios peronistas. Como solo hay un inventario completo de los documentos de tres de las sesenta comisiones, sobre el resto no se sabe o mejor dicho- no se sabía qué información contenían. El personal del archivo, por eso, sugiere a todo investigador que se acerca, que primero mire las conclusiones de las distintas comisiones para tener una idea del material que pueden encontrar en las cajas que corresponden a cada una. La mayoría de los investigadores sigue este procedimiento o se limita a emplear solo el material de las comisiones inventariadas. Nosotros no hicimos eso. Lo cual fue un acierto. Sea porque a las comisiones les importaba solo publicitar la información escandalosa que le diera rédito político, sea porque las personas que la integraban no eran historiadores que querían dilucidar la naturaleza social del peronismo, la información que aparece reflejada en los informes de las comisiones no da cuenta ni de la enésima parte del material contenido en sus archivos. Con lo cual, quien decide consultar la documentación solo por lo que dicen las conclusiones de una comisión, probablemente tenga ante sí un mar de preciosa información que descarta porque lo poco que vio no le parecía útil. Por otro lado, por la forma de trabajo de los ministerios y secretarías peronistas, así como por la forma de recolectar información de las comisiones, el material no está confinado temáticamente a la comisión que uno esperaría. Por dar solo un ejemplo, mientras que la comisión que estudió el Ministerio de Agricultura no presenta ninguna información relevante, descubrimos valiosísimos datos de una protesta agraria dentro de la comisión de la Subsecretaría de Prensa y Difusión. Probablemente alguien que quisiera estudiar solo la cuestión agraria no hubiera dado nunca con esta información. Otra vez, el problema de la totalidad. En base a toda documentación nueva confeccionamos esta relectura del peronismo clásico presentada en el libro.