Libro
La frustración de un proyecto económico: El gobierno peronista de 1973-76
Fecha de publicación:
2006
Editorial:
Manantial
ISBN:
9789875000933
Idioma:
Español
Clasificación temática:
Resumen
Este libro está dedicado a analizar sólo la dimensión económica del peronismo en el poder. No obstante, como se advierte, ello constituye una tarea compleja en tanto la realidad social se presenta única e inescindible. Es por esta razón que, sin pretender dar cuenta del todo, incorporamos a nuestra explicación una lógica político-social en relación a la dinámica económica. El recorrido que proponemos se inicia con un capítulo introductorio que describe las condiciones económicas locales e internacionales en el contexto previo a 1973. Este primer capítulo contiene una presentación de las características estructurales de la economía argentina y las alternativas de política económica diseñadas en los años sesenta. La dinámica cíclica de la economía y los intentos por resolver los problemas derivados de las recurrentes crisis del balance de pagos se combinaban con la crisis sociopolítica crónica que caracterizó a la Argentina luego de la caída del peronismo en 1955. La identificación de los grupos sociales y de los actores políticos relevantes a fines de los años sesenta resulta clave para comprender la naturaleza de las tensiones que se acumularon y que habrían de condicionar la estrategia política y económica del peronismo una vez en el poder. El capítulo se completa con una descripción de los cambios más significativos en la dinámica de la economía y el comercio internacional que se venían operando desde fines de los años sesenta y fueron acelerados por la devaluación de la moneda norteamericana y por la crisis del petróleo. Las transformaciones en los intercambios económicos internacionales resultan fundamentales para evaluar la estrategia económica inicial del gobierno peronista y sus efectos sobre la evolución de las variables internas. El segundo capítulo indaga sobre el desarrollo histórico de las ideas económicas del peronismo para reconstruir el núcleo teórico que operó como sustrato doctrinario de las definiciones del programa de 1973 y de las cambiantes medidas de política económica que signaron la breve experiencia populista. Aunque es posible que sobre el eje de la justicia social se hubiese organizado un conjunto de ideas relativamente coherente, la ambigüedad y la redefinición “sobre la marcha” fueron factores consustanciales y legitimadores de la fluctuante práctica económica guiada por el pragmatismo. El tercer capítulo presenta la lógica política de la política económica. La movilización social masiva que forzó el regreso del viejo caudillo al poder incluía demandas variadas y difusas. Luego de la breve experiencia “izquierdista” de Héctor Cámpora, las reglas del juego impuestas por Juan Perón expresaron la precaria hegemonía de la alianza entre grupos conservadores o de derecha en el partido, los sindicatos y un sector del empresariado. Su estrategia política se ancló sobre tres ejes: un acuerdo con los partidos más importantes, un pacto social con las corporaciones y una mayor centralización del --hasta entonces funcionalmente-- multiforme movimiento peronista. El éxito no dependía solamente del buen desempeño de la economía, sino también de la restitución de la legitimidad social del sistema político; el peronismo intentaría encauzar las heterogéneas demandas sociales sofocadas durante largo tiempo a través del redimensionamiento y administración de los mecanismos e instrumentos de intervención estatal. El Pacto Social, instrumento central en el programa del gobierno para recuperar la legitimidad y estabilidad de la democracia, tuvo una vida corta e inestable como institución mediadora de los conflictos socio-económicos, y el acuerdo con las otras fuerzas políticas no pudo evitar la debacle y el desbaratamiento de las instituciones representativas de la sociedad civil y la sociedad política. Ese proceso de reencauzamiento de las demandas sociales debía producirse en un tiempo extremadamente corto, pero la rigidez del Pacto Social -que requería la anuencia de todos los sectores- condicionaba la estabilidad del proceso político; Perón sólo logró articular una inestable hegemonía política y social recortando los canales de participación orgánica de la militancia juvenil y conciliando una respuesta a las demandas del movimiento sindical y sectores alineados del empresariado. Después de su muerte, las dificultades para responder a las demandas sociales se agravaron progresivamente mientras el elenco inicial del gobierno era desplazado por el entorno más cerrado de Perón. Hasta el lamentable desenlace de 1976, las cenizas del fallido intento de controlar las fuerzas centrífugas desatadas con el retorno del peronismo al gobierno llovieron sobre Isabel Martínez de Perón. Primero la orientación del gobierno estuvo el comando del ministro de Bienestar Social, José López Rega, que intentó construir una alianza con los militares y algunos grupos económicos concentrados. Su fracaso dejó a la vertiente sindical como principal sostén del gobierno, a la espera de que un cambio en la coyuntura económica o política permitiera recrear una alianza inclusiva. Finalmente esos mismos sectores terminarían por apostar al “vacío político”; el deterioro institucional, la agitación social y la violencia política, coincidentes con una crisis económica manifiesta, apuraron la transición a un nuevo gobierno militar. Esos grandes momentos políticos ordenan las diferentes alternativas y gestiones económicas y permiten establecer el contexto en el cual se desenvuelven las propuestas y explorar las causas de las modificaciones observadas. Pero la historia de las determinaciones políticas no puede agotar la explicación del complejo proceso analizado; resulta necesario avanzar sobre la naturaleza y manifestación de los condicionantes estructurales de los programas o medidas de política económica implementados. El fracaso del programa económico inicial y las subsiguientes tentativas de ajuste no obedecieron sólo a la resistencia de los grupos sociales afectados o a las ambiciones desmedidas de los beneficiados, sino también a la tenaz persistencia de algunos obstáculos y a la inviabilidad de los propios diseños de política económica. El capítulo 4 describe la lógica económica de las políticas económicas. Aunque el programa inicial contemplaba los condicionantes estructurales del crecimiento, los instrumentos y mecanismos dispuestos para resolverlos tenían problemas intrínsecos, eran inciertos y/o no pudieron institucionalizarse, mientras que su administración y sus efectos llegaron muchas veces a escapar al control del propio gobierno. La economía siguió el derrotero típico de fluctuaciones cíclicas determinado por sus características estructurales. La fase expansiva conllevó un desequilibrio en el sector externo que agudizó el proceso inflacionario producto de la puja distributiva. La evolución de las determinaciones sociales y políticas acompañó un replanteó de los objetivos de la política económica. Cuando el gobierno adoptó un programa de ajuste moderado que resultó impotente y luego intentó fallidamente un ajuste ortodoxo, los proyectos para transformar la estructura productiva habían sido abandonados o desvirtuados mientras la economía entraba en recesión. El estudio de la economía durante el tercer gobierno peronista se completa con un análisis sectorial que permite identificar algunas tendencias transformativas vinculadas al programa económico. El análisis del desempeño sectorial ilustra cómo los problemas coyunturales condicionaron e inhibieron las modificaciones estructurales, que en el transcurso de la breve experiencia peronista sólo lograrían plasmarse de forma parcial y fragmentaria.
Palabras clave:
Peronismo
,
Economía
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Fiszbein, Martin; Rougier, Marcelo Norberto; La frustración de un proyecto económico: El gobierno peronista de 1973-76; Manantial; 2006; 256
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