Artículo
Bienaventuradas las paradojas: la (nueva y vieja) lucha política de los "otros"
Fecha de publicación:
12/2005
Editorial:
Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales
Revista:
Delito y sociedad
ISSN:
0328-0101
Idioma:
Español
Tipo de recurso:
Artículo publicado
Clasificación temática:
Resumen
Toda sociedad construye un orden en la apelación a un “otro” antagónico. En la Argentina, diferentes discursos se han sucedido y yuxtapuesto, cada uno de ellos ha señalado un modelo de orden y por esa razón, ha señalado también un “otro”. Es la civilización versus la barbarie encarnada por los indios, gauchos y negros hasta 1880, o por los obreros europeos entre 1880 y 1930. Otros “otros” fueron los “cabecitas negras” y los “subversivos” de las décadas del ’60 y ’70. Hasta aquí un poder disciplinario y un saber homogeneizante. Durante las últimas décadas del siglo XX, la rearticulación de las relaciones de poder-saber dio lugar a las racionalidades de lo que ahora llamamos “post-social” o “post-moderno”. Refinada la disciplina, hoy coexisten las prácticas de las agencias e instituciones que construyen lo que llamamos “bueno” y “normal”, con las prácticas de autorregulación de los sujetos (De Marinis, 1998 y 2004). A la vez, un nuevo saber aparentemente plural, apela a las bondades de lo múltiple y heterodoxo (Zizek, 1991). Ya no se trata del discurso de la igualdad tras el que se oculta la opresión, sino de una apelación a lo diverso que perpetúa la dominación soterradamente. Y esto es así, porque los particularismos pueden diluir la eficacia política de las tácticas y estrategias de lucha. Existe todo un complejo mecanismo de subjetivación política que facilita la producción de sujetos e identidades colectivas con afinidades diversas (homosexuales, ecologistas, feministas, trabajadores desocupados, grupos étnicos, etcétera). Pero a la vez, estos nuevos actores colectivos poseen severas dificultades para articular sus luchas y ser políticamente eficaces. La atomización de la representación colectiva del “nosotros” entra en tensión con la delimitación de los “otros”. Creemos que en este contexto de las relaciones entre el poder (postdisciplinario), el saber (multicultural) y las nuevas subjetivaciones políticas, Thamar Pitch especifica tres dimensiones cuando define al control social. En primer lugar, su planteo remite directamente a la noción de conflicto social. La propia dinámica del conflicto es la que abre la posibilidad para que ciertos procesos sean “vistos”. El conflicto es la condición de visibilidad del control y “...la categoría de control social se juega en el conflicto...” (Pitch, 1996). En segundo lugar, la dinámica contraria no queda excluida, es decir, la capacidad performativa de los discursos “científicos” sobre sus “objetos”. Pero el planteo de Pitch tiene la capacidad de reinsertar la producción de categorías en las ciencias sociales dentro del campo de las luchas políticas. En tercer lugar, junto a las instituciones y agencias que contribuyen a la producción de lo “bueno” y “normal”, Pitch destaca las prácticas de los movimientos sociales, especialmente cuando ellas impugnan lo que aquellas han definido como “bueno” y “normal”. Creemos que los movimientos sociales son una dimensión inseparable del control social en la era de la post-disciplina y el saber multicultural.
Palabras clave:
POLITICA
,
PARADOJA
,
MOVIMIENTO SOCIAL
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Citación
Ortiz Maldonado, Natalia Ondina; Díaz, Sergio; Ayos, Emilio Jorge; Bienaventuradas las paradojas: la (nueva y vieja) lucha política de los "otros"; Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales; Delito y sociedad; 1; 21; 12-2005; 143-152
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