Napolitanismo de la imagen

Abstract

Tener a disposición una tecnología más accesible y más democrática no es un atajo para abaratar costos, no es vaciar el rodaje para recostarse sobre la posproducción, no es permanecer condenados a una imagen de baja densidad. La diferencia entre el cine independiente y el cine mainstream no debería ser sólo una cuestión cuantitativa: un equipo técnico de 5 personas en vez de 50. Esa tecnología más accesible y más democrática debería ampliar las posibilidades de la experimentación para aprender a filmar de otra manera. Para los grandes cineastas del pasado, una imagen siempre devolvía la mirada. Era posible establecer un diálogo con eso que uno observaba. ¿Qué nos mira desde las imágenes actuales? ¿Hay algo que nos mira en ellas? Al fin y al cabo, se trata de hacer hablar al mundo: observarlo detenidamente con la cámara para que nos diga algo sobre nosotros que antes ignorábamos. Para bien o para mal, filmar es –como afirmaba Manovich– hacer arte con las huellas dejadas por un pie.