Las clases sociales en la Argentina: una aproximación a partir del modelo de acumulación

Abstract

Entre los años 2002 y 2007 la Argentina transitó un período caracterizado por una serie de inéditas dinámicas en lo que refiere a sus principales indicadores económicos. Este desempeño a nivel del modelo de acumulación involucró la consecución de récords en materia de tasa de empleo, producto bruto interno, producto bruto industrial, exportaciones industriales y peso de las exportaciones en el producto industrial, evidenciando lógicas novedosas que emergieron rápidamente tras la peor de las recesiones que recuerde su historia. Realizar una caracterización político-económica de dicho período implica entre otras cosas comprender la naturaleza de estas dinámicas, intentando complejizar el análisis más allá del rotundo quiebre que estos indicadores macroeconómicos parecen sugerir. Lo que intentaremos mostrar a lo largo de estas páginas es que, si bien el período en cuestión se caracteriza por una serie de novedosas políticas económicas (que han impactado fundamentalmente sobre el universo asalariado, tanto en la generación de empleo, como con su contracara, los bajos niveles en materia de poder adquisitivo del salario), éstas no han generado sustanciosos cambios estructurales sobre la matriz productiva que se ha venido consolidando durante las últimas tres décadas. Esto no quiere decir que este novedoso desempeño económico no se vincule con cambios específicos y complementarios a nivel de las distintas fracciones de clase identificadas; la complejidad en cuestión pasa por comprender los elementos que subyacen a esta aparente contradicción entre continuidades estructurales y políticas novedosas, y analizar sus impactos a nivel de las distintas fracciones de clase y sus relaciones de fuerza. Es en este sentido que nos proponemos analizar las transformaciones en el modelo de acumulación en Argentina y su relación con las fracciones de clases sociales en el comienzo del siglo XXI. En primer lugar desarrollamos algunos apuntes con el fin de esbozar el marco conceptual. Posteriormente, delineamos las que a nuestro entender son el conjunto de políticas fundacionales del modelo de acumulación que tiene origen en el punto de inflexión establecido en 2002. En tercer lugar, abordamos el análisis de las fracciones de clases y su desempeño en este complejo escenario. Finalmente, en las conclusiones realizamos una interpretación que sintetiza los momentos anteriores del análisis, y que nos permite comprender la relevancia del primer período de la post-convertibilidad: el de su configuración (2002-2007, aquí analizado), que sentó las bases y principales tendencias que dieron lugar a una segunda etapa (2008-2011), donde la agudización de la puja por el reparto de la riqueza desencadenó novedosas tensiones político-económicas, íntimamente vinculadas con los elementos contradictorios que serán analizados en este trabajo, que se profundizaron en el contexto de la crisis mundial.