La ópera de los pobres

Abstract

Cuando Aníbal Jarkowski editó El trabajo en 2007, las primeras decenas de páginas daban la impresión de que llegaba tarde. El comienzo de la novela seguía a una joven desocupada, con pasión minuciosa de nouveau roman, a través de una ciudad empobrecida. Pero después de un lustro de default, devaluación y reactivación duhaldistas, el imperativo de narrar la crisis no era el mismo que en años anteriores. Ese año la economía creció casi dos dígitos y la fórmula Fernández-Cobos, con el 45,25% de los votos válidos, le dio al Frente para la Victoria su primera reelección. En noviembre el precio internacional de la soja superó su máximo histórico: más de 10.000 dólares por fanega. La patria era el monocultivo y hubo quien consideró bautizar Glifosato a su primogénito. Ahora Eloísa Cartonera, después de haberle ofrecido al mundo la lección edificante de encuadernar con cartón, daba talleres de resiliencia cultural en las universidades del primer mundo. La literatura había sobrevivido.