Asociacionismo y prácticas católicas en los años treinta: la Acción Católica tucumana y la configuración del laicado

Abstract

La conformación de la Acción Católica tucumana en 1931 formó parte de las estrategias desplegadas durante el obispado de Agustín Barrere con miras a fortalecer la institución y consolidar la catolización de la sociedad. De esta forma, durante esos años se configuró una nueva idea de laico a partir del rol destacado que se le asignó en la estructura jerárquica de la institución. Los militantes católicos debían colaborar con el objetivo de catolizar todos los ámbitos de la sociedad y "recuperar" para la Iglesia la influencia social perdida durante los años de predominio liberal. Sin embargo, en el discurso de la jerarquía tal imperativo no recibió una delimitación clara respecto a su proyección en la práctica. En líneas generales, la retórica de la autoridad eclesiástica se refería a la actitud de los militantes católicos y a la voluntad ofensiva con que debían asumir su nuevo lugar. Concebido de ese modo, para el conjunto de fieles el principio de catolización comportaba signos difusos y ambiguos que lo convirtieron en objeto de constantes reinterpretaciones a lo largo de la década. El presente trabajo procura inmiscuirse en el mundo de las prácticas con el objeto de desentrañar las estrategias desarrolladas por los militantes católicos durante los primeros años de la década del ´30, con las que llenaron una consigna cuyos alcances resultaban indefinidos.