Entre tragedia y política: mímesis, emociones y entendimiento en Aristóteles

Abstract

Desde la década del 80, los estudios sobre el afecto y las emociones han cobrado relevancia en el ámbito de las Humanidades y las Ciencias Sociales, dando lugar al denominado "giro afectivo" (The affective turn). En tal sentido, dicho giro aparece como un intento por indagar en formas alternativas de aproximarse a la dimensión afectiva, pasional o emocional a partir de su rol en el ámbito público. Ahora bien, la reflexión sobre las emociones, como componentes insoslayables de la vida humana, no es una novedad para el ámbito de la filosofía y ha sido un tópico recurrente a lo largo de su historia. Centrales al momento de evaluar las motivaciones de la acción, los modos de juzgar e interpretar el mundo, las emociones han encontrado partidarios y detractores desde el origen mismo de la filosofía. Desde esta perspectiva, se pueden reconocer dos grandes tradiciones: por un lado, se encuentran aquellos que identifican a las emociones con las sensaciones y las conductas y las escinden del pensamiento racional por considerarlas "fuerzas ciegas"; por otro, se ubican quienes les adjudican un papel cognitivo importante que se pondría en juego al momento de configurar las creencias y juicios que fundamentan la acción. Las emociones serían susceptibles de educación y tendrían un rol relevante en la formación ciudadana. Las formulaciones que Aristóteles realiza en Retórica y Política sobre la temática se inscriben en esta segunda línea y han sido recuperadas para reivindicar el papel que la dimensión afectiva tiene para la vida pública, convirtiéndose en un referente para la discusión contemporánea (cf. Nussbaum, 2001: i-xvi; Konstan, 2006: ix-x).El objetivo del presente capítulo es analizar el rol que el aprendizaje mimético puede desempeñar en formación del juicio práctico y la deliberación (boulé). Pretendo mostrar que las características que Aristóteles le atribuye a la noción de mímesis, formulada en Poética, permiten que dicha noción se configure como un puente entre las emociones trágicas (temor -phóbos -y compasión -éleos-) y la capacidad de comprensión (sýnesis) y, de esta manera, se erija como una herramienta para la vida en la pólis.